27 mayo, 2025

La “Bochinchosa” y la democracia selectiva

Me parece oírla cantar «me llaman la bochinchosa porque sé muchas cosas», mientras regresa de Colombia de mandarle a hacer la banda presidencial a RM, y estoy seguro de que se lo dijo su vecina Bartolomea —«y a mí no me lo crea»—, que hay unos «parlamentarios» que quieren tumbar al presidente, y yo me pregunto si será verdad, pero ella, como Rasputín: discretísima hasta el fin, nunca nos dirá, para ser responsable con la ciudadanía de este país, quiénes son los cabecillas de semejante insensatez.

Otros celebran que el ejecutivo aplaste el SUNTRACS, aunque, con carita de yo no fui, el presidente diga que él no puede dar órdenes de entrar con un cuerpo de asalto (la escena es de película) a la sede de cualquier organización. Esa idea selectiva de la democracia, que se ríe cuando intervienen en la libertad de otros, es como escupir para arriba. El ejecutivo da otra lección autoritaria y manda un mensaje a la nación: el próximo puede ser usted, aunque usted no lo crea.

Insinuar golpes de estado es irresponsable, y seguro que punible. ¿No hay ningún abogado que lo denuncie? ¿No hay un Ministerio Público que actúe de oficio, que exija que la expresidenta diga la verdad? Miente o es cómplice si no dice los nombres de los presuntos golpistas. Pero, como siempre, veremos antes en el banquillo a un ladrón de mamallenas que a una terrible expolítica tirar la piedra sin esconderse, dando otra lección de democracia selectiva: yo si puedo delinquir, tú no.

Veremos a la justicia, ágil, acabar con el sindicato, y comprobaremos lo que ya sabíamos, pero nos hemos hecho los pendejos todo este tiempo: la justicia, como la democracia que practicamos, es selectiva, siempre para los otros, no para nosotros y los nuestros. Esta forma de ver la justicia y la democracia manifiesta nuestra incapacidad para comprobar la fragilidad de nuestro sistema y dimensionar lo que está ocurriendo.

Artículo publicado en el diario La Prensa, martes 27 de mayo de 2025.

El título correcto (hay una errata en el tútulo en la edición digital y de papel) es "La "Bochinchosa" y la democracia selñectiva", con B mayúscula, porque se alude al personaje televisivo de los ochenta en Panamá.

21 mayo, 2025

Autoritarismo

Otra vez: Panamá votó, y con un 34%, José Raúl Mulino ganó las elecciones. No vale ahora insultar a los que le votaron, si acaso debemos criticar con rigor un sistema que permite que tan poca representación ponga en Las Garzas un presidente que gobierna para los suyos, y que tiene en solfa a la «mayoría» que no lo eligió, pero que le debe respeto y sujeción constitucional. Esta anomalía legal convierte a la «mayoría» que no le votó en una suerte de oposición ciudadana que solo puede hacer oír su voz protestando en las calles, lo cual es legítimo y está garantizado por ley.

¿Qué puede hacer el presidente? Rofear, pedir disculpas reído, y luego entrar en una deriva autoritaria que no es potable para ninguna democracia, pero, si lo piensan bien, ¿qué remedio le queda al 34% ante el resto del país descontento por sus acciones? O sacas a la policía a la calle o es imposible mantener el orden, porque en este gobierno falta capacidad de escucha y altura política: Cortizo es ahora bueNito, y Mulino, un tipo emberracao que nadie se toma en serio si no es por la fuerza.

A río revuelto los nostálgicos hablan de «dictadura», siendo ellos PRD, como si Torrijos hubiera ganado las elecciones del 68, y otros le afean al presidente su pasado civilista, como si aquel movimiento no lo hubiera arropado la mayoría de los panameños de entonces, o como si esa militancia le hubiera convertido en el autoritario que es. Lo que nos hacía presagiar su deriva autoritaria fue su gestión como Ministro de Seguridad.

El presidente puede tener comportamientos dictatoriales, más bien autoritarios, pero no es un dictador, no exageren, tengan respeto por los que de verdad han estado bajo una dictadura en este mismo país, no inventen escenarios indeseables, suficiente con la mala imagen que estamos proyectando, y que nadie es capaz de explicar ni dentro ni fuera de nuestro país.

Publicado el martes 20 de mayo en el diario La Prensa.

La ilustración es del artista Mana Neyestani @manayenestani

13 mayo, 2025

Perdón, señor presidente

Quiero pedirle perdón por llamarlo «el rofión de Las Garzas». Expresó hace días que a usted lo ofenden y nadie le pide perdón. Dirá, «¡vaya pendejo este!», pero, aun así, perdone. Lo más seguro es que nunca haya leído una línea de lo que he escrito. Sé que lleva una vida muy ocupada para leer, y se nota, perdone, pero usted ocupa Las Garzas, rofea, y el resto es historia: calificativo más nombre, igual a sobrenombre o caricatura, perdone otra vez, se me sube el escritor a la cabeza.

Sé que su 34% es legítimo, y que hay quien se hace el pendejo, como si todo el «mal Panamá» hubiera nacido con su mal gobierno, pero es usted el que ocupa la silla, y la sombra alargada de RM se le nota. Usted no es transparente —omnipresencia en medios no es transparencia, es «taquilla», mire la «yuca USA» que nos endosó, espero no estar ofendiéndolo, si es así, le pido perdón, sin argumentar el tamaño de la mecha.

Usted no tiene que ser buena gente, fue elegido para ser buen gobernante, no exagere, ni meta a su familia en esto, ni hermanos, hijas, ni esposa: a la política se viene solo, a lo otro se le llama nepotismo, aunque se disfrace de embajada o despacho de primera dama; y sí, es cierto, nadie debe faltarle al respeto a familiares de la persona con la que debate, es ignorancia, y merece nuestro desprecio.

Nos dejamos confeccionar un país de ciegos, con un par de tuertos que se ríen al ver cómo nos comemos unos a otros, un poco como usted —perdón—, en su perdón leído y reído, como contento de tenernos donde estamos, perdone, serán cosas mías, pero aquí van mis disculpas, y qué magnánimo usted que ya ha pasado página, pero intuyo que seguirá rofeando, creyendo que hay que gobernar contra todos, mucha testosterona y poca neurona. Perdone: le eligieron justo para lo contrario.

Artículo publicado en el diario La Prensa, el martes 13 de mayo de 2025.

08 mayo, 2025

Burlas, libertad de expresión y una princesa

Una de las peores ministras es la de Educación. Ya lo demostró y vuelve a demostrarlo: pocos tienen dos gobiernos para hacerlo igual o peor de mal, pero eso no justifica que nadie haga burlas racistas. Hay que condenar estas conductas, al igual que la xenofobia escondida tras un nacionalismo ignorante, que cree que por color de piel o nacionalidad se tiene más o menos razón o se puede o no opinar: la mediocridad es así de atrevida.

La libertad de expresión está cada vez más comprometida en Panamá por dos vías: la oficial, que no tolera críticas y rofea cada jueves a los medios, y hace movimientos sospechosos en contra de ciertos agentes de opinión. La otra, la cada vez más evidente mediocridad de los propios medios: programas de opinión autocomplacientes, artículos pésimos, y mucha información de agencias, que sirven un plato frío de noticias enlatadas que indigesta al público, que se presta por su parte al juego peligroso del insulto y la censura: las redes arden de cabezas huecas que son un peligro con miles de seguidores.

Mientras, Panamá solo es noticia por el atraque del Juan Sebastián de Elcano, que esta vez tiene entre sus tripulantes a la princesa Leonor de Borbón, y la reina Letizia (coincidiendo por casualidad con el día de la madre) la fue a visitar. En las imágenes de la televisión pública española, se ve que los llevaron de paseo por Panamá Viejo, y poco más: de nuestra circunstancia y de nuestra parte del relato, no se dice nada, a nadie le importa y nadie quiere hablar más que la paja que se consume dentro del país.

Seguimos ensimismados, creyendo que las viejas gestas mueven la rueda del compromiso democrático: estamos en manos de nostálgicos y desafectos, lo que nos lleva a la mutua desconfianza y al silencio ruidoso que producen las opiniones cruzadas. Al final nadie sabe qué decimos, y eso nos hace sospechosos de estar perdidos.

Artículo publicado en el diario La Prensa, el martes 6 de mayo de 2025.

02 mayo, 2025

El rofión y la guarida

Pese a quien le pese, el 34% del inquilino de Las Garzas es democrático, constitucional y, por lo tanto, legítimo: los que pretenden atacar por allí al gobierno parecen estar enfermos del mal que nos aqueja hace décadas: hacerse el pendejo. Si buscan los porcentajes presidenciales anteriores verán que algunos sacaron menos. O se respetan las normas o se cambian, pero no se deslegitiman, eso es de una ignorancia torticera reprochable.

La Universidad de Panamá, no es perfecta, es más, necesita una refundación urgente, y da igual lo «orgullosamente» (adjetivos terminados en «mente», cuidado) egresado o ingresado que seas. Ahora bien, eso no la convierte en «guarida de terroristas», como ha señalado el Rofión de Las Garzas, en otra de sus desafortunadas intervenciones, demostrando que va «con paso firme» hacia la crispación: mucha testosterona, poca neurona.

Insisto, las redes están llenas de opinólogos ignorantes, seguidos por miles de acólitos, en una exhibición vergonzante de retroalimentación retrógrada y peligrosa que no soluciona nada, pero que descarga cualquier verdadera participación: uno le escribe al presidente, o al alcalde, o al diputado o canciller, y cree que se le escucha, pero no, tienen mucha cara dura y no la dan, y el ciberespacio, que aguanta todo, hace el resto: se traga la capacidad de actuar del ciudadano.

A alguien le conviene que las cosas sigan igual. Advertimos desde el principio que el deterioro de este gobierno sería rapidísimo, por el seguidismo clientelar, por la impunidad con que se encubre todo, y por cómo ex (vicealcaldes, diputados y presidentes) que ya tocaron poder, se rasgan las vestiduras haciéndose los pendejos, como si nunca hubieran estado allí, decidiendo.

Veremos como el rofión termina convirtiendo en caos la poca paz que nos queda. El matón de patio es así, está dispuesto a llevar su absurda sin razón hasta las últimas consecuencias con tal de no reconocer que se ha equivocado. Pero está tranquilo en su gruñir: no le pasará nada, como a los anteriores.

 Artículo publicado en el diario La Prensa, el martes 29 de abril de 2025.