09 octubre, 2025

El profeta Amos

Lo que ocurre en Palestina tiene nombre: póngaselo usted en función de qué lado de los polos ocupe. Tiene derecho a su silencio, indiferencia o neutralidad. Pero opine con conocimiento de causa, o reconozca que al no tener la más mínima idea de los orígenes de todo aquello, usted no opina. Aunque le digo, es sencillo: es un asunto de humanidad.

Opté por releer al profeta Amos, que unos tienen por traidor, otros por equilibrado, y muchos por ser uno de los que mejor ha digerido y discutido el conflicto desde su impecable literatura: Amos Oz, el escritor israelí contemporáneo más leído, Premio Princesa de Asturias de las Letras 2007, y que luchó, para más señas, en la Guerra de los Seis Días.  

Defendemos la paz a golpes, denunciamos la injusticia matándonos verbalmente mientras no somos nosotros los asesinados. Hemos convertido de manera perversa la muerte de otros en arma arrojadiza, instalados en la comodidad de nuestras batallas moralistas: lo que allí hacen recuerda los perores momentos de deshumanización de nuestra Historia reciente.

Oz dijo: «No hay otra solución, porque los palestinos no se van a ir, no tienen adónde. Los judíos israelíes tampoco nos vamos a ningún lugar, no tenemos adónde. No podemos ser una gran y alegre familia porque no somos una familia. Somos dos familias muy infelices. Debemos dividir la casa en dos apartamentos más pequeños.… en las dos partes hay un Doctor Jekyll y un Señor Hyde. Esto no es Hollywood con un sheriff y delincuentes, sino una tragedia griega. Justicia frente a justicia y muchas veces injusticia frente a injusticia».

Oz murió en 2018. Lo más seguro es que recibiría palos por ambos lados. Las líneas rojas se pasaron hace muchos muertos, hace muchos años, hace muchos atentados, hace mucho dolor atrás. Queda levantar las manos pidiendo que la muerte se detenga, en forma de plegaria o como gesto humano desesperado, pero ya hace mucho tiempo que ha sido suficiente.


Artículo publicado en el diario La Prensa, el martes 7 de octubre de 2025, dos años después de los actos terroristas de Hamás, y el inicio de una brutalidad contra el ofensor que no tiene precedentes. Ojalá, hoy (9/10/2025), se instale de verdad y para siempre la paz q
ue tanto queremos.

No hay comentarios: