Veo a Ricardo Martinelli salir en las noticias mostrando
libros. Libros inútiles, que solo sirven por el título, y qué lástima que no
hubiese pensado antes de delinquir en leerlos y hasta en tener un programa de
televisión donde mostrarlos sin esposas. Son libros que se muestran al aire
para mandar un mensaje, recordando las viejas dedicatorias de canciones de amor
en la radio: “para Fulanita, de parte de quien solo ella sabe”. Seguir leyendo aquí.
Artículo publicado en La Prensa, 24 de julio de 2018.
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