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17 enero, 2023

Juventud e ironía

“Que la vida iba en serio --dice el poeta español Jaime Gil de Biedma--, uno lo empieza a comprender más tarde”, iluminando lo obvio: la juventud, tesoro divino que se va para no volver, es un estado que todos sufrimos. Biedma, sigue enseñándonos: “como todos los jóvenes, yo vine/a llevarme la vida por delante. /Dejar huella quería/y marcharme entre aplausos/envejecer, morir, eran tan solo/las dimensiones del teatro”.

Los muchachos del Fermín Naudeau, utilizan un viejo recurso en su video de graduación que los antiguos del lugar, que se desgarran las vestiduras por nimiedades, olvidan: la ironía. La broma se defiende por sí misma, lo que no tiene defensa es la poca capacidad autocrítica y las muy escasas lecturas y criterio de los adultos: ofendidos por tan poca cosa. Seguir leyendo el artículo aquí.

Artículo publicado en el diario La Prensa, martes 17 de enero de 2023.

13 enero, 2023

Wendy Tribaldos y la búsqueda del 9 de enero

La Historia, si tuviese un color, sería el gris, el color del equilibrio a la hora de enfrentar los hechos: nadie es tan bueno ni tan malo y nadie tiene la absoluta posesión de la verdad, aunque tengamos el deber de examinarlos y el derecho a interpretarlos. La policromía en la mirada del observador no significa mayor capacidad de juicio, puede ser síntoma de subjetividad tendenciosa, al igual que el gris puede indicar inmovilismo o cobardía interpretativa. Así las cosas, el que busca los hechos y los interpreta, debe aspirar a la “difícil objetividad”.

Wendy Tribaldos (Panamá, 1970), se enfrenta al que seguramente es uno de los hechos de nuestra historia más conocidos, tergiversados y mejor deconstruidos hasta su casi olvido: el 9 de enero de 1964. Y lo hace con un libro que ahora se reedita, ampliado y en abierto para todos los que quieran considerar este suceso desde la ya mencionada “difícil objetividad”: El 9 de enero de 1964: Lo que no me contaron, una búsqueda de las razones y circunstancias que se dieron para que un grupo de jóvenes cambiara el rumbo de nuestra historia. Seguir leyendo aquí.

Reseña publicada en el diario La Prensa, viernes 13 de enero de 2023.

10 enero, 2023

La ortografía de los otros

“Señores usuarios no ahí sistema gracias”. Así reza un cartel pegado en la puerta de una de las dependencias de la Autoridad del Tránsito, según se ve en una foto colgada en una red social. Parece una broma, podría serlo, pero la respuesta de los demás usuarios no se hizo esperar: la retahíla de vacilones y quejas por la ortografía ajena formó un largo hilo.

A pesar de que el consejo bíblico dice que antes de ver la paja en el ojo ajeno mires la viga en el tuyo, los burlones usuarios de la ortografía de los otros, le cayeron en bonche al anónimo autor del comunicado cometiendo peores despropósitos ortográficos. Mirando el hilo, salvo dos o tres, el resto no se salva de que, como poco, les den su reglazo en la mano, no por la malamaña escrita (que también), sino por necios. Seguir leyendo el artículo aquí.

Artículo publicado en el diario La Prensa, martes 10 de enero de 2022.

17 octubre, 2022

El ombligo que seremos

Hace tiempo aludía a la malamaña de los escritores de no leerse (aquí) y lo perjudicial que es para la buena salud de la literatura nacional. Un buen amigo me decía los otros días que, la gran diferencia entre esta generación y la anterior, es la falta de unidad. Y quizás no le falte razón, pero lo cierto es que a esta lo que le sigue faltando es leer, leer en general.

Muchos escritores solo se fían de la esférica mirada conocida de su ombligo, en el cual encuentran todas las referencias que necesitan para seguir siendo anodinamente ellos mismos. Los talleres literarios siguen sin enseñar a leer, a meditar desde el oficio sobre lo leído, a desmenuzar el arte para beneficio propio. Y digo esto con conocimiento de causa: se espera que el aspirante a escritor venga leído pero, si no, habrá que mandarlo a leer, no hay nada más importante. Seguir leyendo aquí.

Artículo publicado en el diario La Prensa, lunes 17 de octubre de 2022.


26 agosto, 2022

Los libros y la libertad

“El buen pensador procura ver en los objetos todo lo que hay, pero no más de lo que hay. Algunos tienen talento de ver mucho en todo; pero les cabe la desgracia de ver todo lo que no hay y nada de lo que hay. Una noticia…les suministra abundante materia para discurrir con profusión, formando…castillos en el aire. Estos suelen ser grandes proyectistas y charlatanes. Otros adolecen del efecto contrario: ven bien, pero poco… Estos se inclinan a ser sentenciosos y aferrados en sus temas. Se parecen a los que no han salido nunca de su país: fuera del horizonte a que están acostumbrados, se imaginan que no hay más mundo”. Jaime Balmes, “El criterio”.

Nada hay más libre que la literatura en sus dos sentidos: escribir y leer. Y nada más subjetivo que el arte en todas sus manifestaciones, y particularmente en la literatura, y dentro de ella, no hay mayor riesgo que el de elegir un libro, sobre todo por el aluvión de publicaciones anuales que sufrimos en todas partes. “El problema de la elección, el problema de la vida entera”, cita Fernando Savater a Georges Perec en su libro El valor de elegir, donde el filósofo español nos pone delante de esa disposición racional llamada “libertad”, y lo que significa y supone la capacidad de elegir.

Cuando Balmes dice que a algunos “les cabe la desgracia de ver todo lo que no hay y nada de lo que hay”, y discurren con profusión hasta la charlatanería, quiere decir que, al carecer de criterio, dicho en buen panameño, se puede hablar mucha paja. Súmenle a esa carencia para la búsqueda de la verdad las redes sociales y un libro “prohibido”, y tendrán un intercambio de sandeces de proporciones preocupantes, sobre todo por el uso perverso de la simplificación de los hechos. Seguir leyendo el artículo aquí.

Publicado en el diario La Prensa, viernes 26 de agosto de 2020.



17 marzo, 2022

Variaciones sobre la biblioteca

Carlos Fong, hablaba los otros días en un artículo de las bibliotecas como parte de la necesaria acción política que dé acceso al conocimiento y la cultura a los ciudadanos. También lo hacía Nelva Reyes, en otro artículo, denunciando el deterioro que están sufriendo los libros y demás material de la Biblioteca Pública Carlos L. López de Las Tablas, cuyo Consejo Municipal no da solución a esta penosa situación.

Lo cierto es que el grado de abandono de las bibliotecas da una medida del nivel cultural y humano de quienes gobiernan. Me sorprendió gratamente que el diputado Juan Diego Vásquez, presentara un anteproyecto de ley que establece un marco jurídico para las Bibliotecas públicas en Panamá: cuando alguien tiene interés en que los demás tengan acceso al conocimiento, demuestra seguridad en sí mismo y una voluntad de transformación social que debe tenerse en cuenta para futuras citas electorales. Me fío siempre de una persona que no teme al crecimiento intelectual de los que lo rodean, que muestra interés por los libros. Seguir leyendo el artículo aquí.

Artículo publicado en le diario La Prensa, viernes 11 de marzo de 2022.

03 diciembre, 2021

Lecturas panameñas

Recuerdo mis primeros años como reseñista de libros. Recién comenzaba a escribir mi blog, “Senderos retorcidos”, que, supe después, coincidía con el título de uno de los libros del gran Enrique Jaramillo Levi. Allí colgué mis primeras reseñas de libros de mi biblioteca: Piglia, Márai, Vila-Matas: ningún panameño.

Luego, por 2009, empecé a colaborar en las revistas virtuales “La Biblioteca Imaginaria” y después en “El Placer de la Lectura”, de la mano de mi querido Pepe Rodríguez. Leía las novedades que me llegaban de las editoriales y disfruté mucho, pero no me daba tiempo a leer todo, y hablar de un libro leído por encima o sin leer, no era lo mío. Conocí a muchos escritores: ningún panameño. Seguir leyendo el artículo aquí.

Publicado en el diario La Prensa, martes 9 de noviembre de 2021.


30 noviembre, 2021

Fiódor Dostoievski: Nuestro hombre en el subsuelo

Fue en el año 1991, y en una edición de letra apretada de la Editorial Juventud, si no me equivoco, que leí “Crimen y castigo” (1886), de un tal Fiodor Mijáilovich Dostoievski. Lo había oído mencionar, y de manera muy remota, lo relacionaban con la Criminología, no recuerdo quién ni dónde. Tenía diecinueve años, y algo cambió en mi mirada para siempre, algo parecido a lo que contaba el escritor mexicano Eloy Urroz, y que a tantos lectores también les ha pasado.

La culpa, ese sentimiento tan castrante según unos, y del que nos podemos librar según otros (sin relativizarlo ni excusarlo), me obsesionó de una manera tan profunda que me empujó hacia la Psicología, la Criminología y la Teología. Las tres carreras las dejé de manera formal, y hasta el día de hoy las sigo frecuentando con muchas lecturas: no he podido dejar de mirar nunca a ese peligroso abismo del que debemos guardarnos, como decía Nietzsche (“Quien con monstruos lucha cuide de no convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras largo tiempo a un abismo, también éste mira dentro de ti”. "Más allá del bien y del mal"). Sigue leyendo aquí.

Publicado en la Revista de Cultura Hispanoamericana otroLunes, #61, en noviembre de 2021.

24 septiembre, 2021

Rodrigo Blanco Calderón: “Simpatía”

Dice el viejo proverbio salomónico que “El justo cuida de sus animales, pero el perverso es cruel con ellos”. Esa “inclinación afectiva hacia los animales”, esa virtud del justo, del bueno, es un indicador de la salud de la humanidad, y es desde allí donde levanta Rodrigo Blanco Calderón (Caracas, 1981) su nueva novela, “Simpatía” (Alfaguara, 2021), un thriller “familiar”, salpicado de cine y libros, con el amor hacia los perros de fondo y dibujando, con trazos sutiles pero profundos, el drama que vive Venezuela


Reseña publicada en el diario panameño La Prensa, 24 de septiembre de 2021.

21 septiembre, 2021

La literatura que nos hace libres

“Los males que estamos temiendo se conjuran bien leyendo literatura sin programa político, y evitando los programas culturales políticos, que no son otra cosa que un boleto para la alienación. La literatura sin programa político es la que nos hace críticos y libres”, dice mi querido Nicolás Melini, escritor y cineasta español, que no da puntada sin hilo.

Ya salió la gente a hacer su vigilia ante la Asamblea --la cosa se va poniendo seria--, y “los males que estamos temiendo”, sólo se conjuran leyendo literatura sin programa político. Y ojo, que “programa político” es también el silencio y el ponerse de perfil ante las cada vez más frecuentes corruptelas del gobierno, seas yeyé o seas pueblo (categorías artificiales que sólo buscan debilitar el movimiento).  Seguir leyendo el artículo aquí.

Artículo publicado en el diario La Prensa, martes 21 de septiembre de 2021. 

27 abril, 2021

A veces, un libro

No hay mejor figura para representar el tránsito por malos tiempos en la vida que aquella del Salmo 23: “valle de sombra de muerte”. Y pienso también en la elocuente imagen que pintó Goya, “Perro semihundido”, que me lleva a la ortografía de otro salmo, el 121 y su primer verso: “Alzaré mis ojos a los montes, ¿de dónde vendrá mi socorro?” (otros dicen “de donde vendrá mi socorro”). El perro de Goya mira a las alturas, hundido en un valle de arena, esperando.


Artículo publicado en el diario La Prensa, 27 de abril de 2021

14 enero, 2020

El culto a la ignorancia


Corría el año 1986 cuando cayó en mis manos un libro grueso, de letras apretadas y páginas amarillentas que decidí leer a toda costa: “Introducción a la Ciencia” de un tal Isaac Asimov del que solo sabía que era un genio. Más de 800 páginas de ciencia divulgativa que pensaba yo, me prepararían para abordar el bachillerato en Ciencias.

Unos años antes, el 21 de enero 1980, Asimov firmó un artículo en la revista Newsweek, breve, apenas una página, titulado "Un culto a la ignorancia" donde daba un certero diagnóstico de la sociedad y su relación con el conocimiento que se encierra en la siguiente frase: “mi ignorancia es tan válida como tu conocimiento”. Seguir leyendo el artículo aquí.

Artículo publicado en el diario La Prensa, 14 de enero de 2020.

01 enero, 2020

La década del cambio


Recuerdo la viñeta del gran Antonio Mingote cuando estábamos apunto de entrar en el nuevo milenio: un hombre asomado por el agujero del cero, no se sorprende por lo que ve. Más de lo mismo es lo que parece mirar.

Al asomarnos por las ranuras de los ceros del 2020 parece que lo que nos espera es más de lo mismo: "buen gobierno" lento, con políticas titubeantes y corruptelas que parecen no tener fin. El año que viene (la década) no tiene visos de mejora. Y esto no es pesimismo.

Aún así, está última noche del año les ánimo a asumir un compromiso con ustedes mismos: voy a leer más, voy a dedicar tiempo y esfuerzo a estar informado, a no dejarme permear por la indolencia civil.

Este nuevo año necesitamos un compromiso más serio con nuestra democracia y eso comienza por desarrollar el hábito de la lectura. Allí empieza todo. La única manera de no dejarnos seducir por el reguetoneo politiquero es abrazar el conocimiento.

Nuestra actitud hacia la cultura y el conocimiento tiene que dar un giro. Los vuelcos sociales no empiezan en los gobiernos, arrancan en los hogares, en las aulas, con padres y maestros con visión de futuro, con jóvenes que de verdad comienzan a interesarse por el suyo y lo que esto significa, con adultos que no van a resignarse a que las cosas sigan igual.

Nuestro país no tiene más tiempo, no tiene otra década para invertir en promesas huecas, necesita que todos estemos más atentos que nunca a dónde van nuestros recursos y hacia dónde quieren llevar la educación. Habrá muchos temas, pero éstos dos harán la diferencia en esta década: si el dinero no va a educación será más fácil robarnos.

Ojalá no tenga razón la viñeta. Ojalá nos asomemos por los ceros y el futuro se vea enderezando la senda, no por obra de ninguna energía, sino por la convicción inquebrantable de los ciudadanos de nuestro país.


Artículo publicado en el diario La Prensa, martes 31 de diciembre de 2019.

15 agosto, 2018

Rodearse de libros


Se llama tsundoku y es el placer de tener libros solo para verlos. Proviene de los términos japoneses tsunde-oku, (apilar cosas para luego y marcharse), y dokusho, (leer libros). Una práctica que en español llamaríamos “bibliomanía” y que no deja de ser una patología cultural que conviene superar cuanto antes. Seguir leyendo aquí.

Artículo publicado en el diario La Prensa, 14 de agosto de 2018.

09 agosto, 2018

Motivos para leer


Yo soñé que era Serafín Arellano cuando leí “El final de Norma”, de Pedro Antonio de Alarcón. En aquella época, el rostro de “La hija del cielo”, era el de una compañera de escuela. Me enfrenté al vil Rurico de Cálix (con la cara del novio de mi compañera), y Alberto, amigo de Serafín, era mi compañero Manuel. La magia del escritor me hizo ver aquella película en la que solo yo podía ser el héroe. Seguir leyendo aquí.

Artículo publicado en el diario La Prensa, 7 de agosto de 2018.

26 julio, 2018

Los libros inútiles

Veo a Ricardo Martinelli salir en las noticias mostrando libros. Libros inútiles, que solo sirven por el título, y qué lástima que no hubiese pensado antes de delinquir en leerlos y hasta en tener un programa de televisión donde mostrarlos sin esposas. Son libros que se muestran al aire para mandar un mensaje, recordando las viejas dedicatorias de canciones de amor en la radio: “para Fulanita, de parte de quien solo ella sabe”.  Seguir leyendo aquí. 

Artículo publicado en La Prensa, 24 de julio de 2018.

02 julio, 2018

Huir por los libros

Nos fuimos de librerías mis hijas y yo la otra tarde. Solemos ir a una donde venden libros de segunda mano y allí rebuscamos y encontramos nuestros tesoros. La pequeña encontró una serie de libros donde los monstruos de siempre son amigos y amigables. La mayor, renunció a una novela al encontrar un librito que explica con claridad la Química, que le cuesta un poco. Yo encontré “El cuaderno dorado” de Doris Lessing, que me tiene admirado.
En casa, la mayor se acerca y me enseña todos los libros que tiene de Laura Gallego, su escritora favorita. Son siete por ahora, pero quiere todos y quiere una estantería para tenerlos en orden. Su cuarto se está convirtiendo en una pequeña biblioteca, apéndice feliz de la “nuestra”, la grande. La pequeña quiere toda la colección de los monstruos amigables porque la va a ayudar con sus miedos, porque explica cómo es cada uno. “No se puede amar lo que no se conoce”, dice Ortega y Gasset -pienso-, aunque, sentencia la pequeña, “ya sé que los monstruos no existen, lo pone en los libros”. Nos reímos, pero quiere esos libros por si acaso. Seguir leyendo aquí.

Artículo publicado en la revista Literofilia.

25 abril, 2018

Las fiestas de las letras

“Estamos habitados por libros y por amigos”. Desde esta frase de Daniel Pennac me dispongo a celebrar las letras, que esta semana se encaraman al calendario para no dejarnos olvidar la dicha que tenemos: leer. Es, como dicen que decía Borges, “una felicidad que no se puede imponer”. Seguir leyendo aquí.

Artículo publicado en La Prensa, Panamá. 25 de abril de 2018.