Cuando fui lobato en el grupo 5 de la Escuela Primaria Don
Bosco aprendí “La Ley de la Manada”, que por su profunda sencillez me sigue acompañando
hasta hoy. Son dos sencillos artículos: El primero: “El lobato escucha y
obedece al viejo lobo” y, el segundo: “El lobato se vence a sí mismo”. Seguir leyendo aquí.
Artículo publicado en el periódico La Prensa, 13 de noviembre de 2018.
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