Tal y como están las cosas, gastarse siete millones de
dólares en arreglar el viejo estadio Revolución, es una frivolidad insultante.
Que el Gobierno de Panamá disponga de esa cantidad de dinero para gastarla a
fondo perdido (según Manuel Arias, presidente de la Federación Panameña de
Fútbol, si no hay un mantenimiento continuado por medio de un Patronato, en
tres años volverá a estar en las condiciones actuales), demuestra que nunca han
tenido, y siguen sin tener, el más mínimo conocimiento de las verdaderas
necesidades de este país. Seguir leyendo el artículo aquí.
Artículo publicado en el diario panameño La Prensa, martes 20 de abril de 2021.
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