«En cualquier comunidad bastante
grande y comunicativa, como una universidad, siempre existe el peligro de que
aquellos que piensan igual graviten juntos en “camarillas”, donde de ahora en
adelante encontrarán oposición solo en la forma castrada del rumor de que los
forasteros dicen así y así. Los ausentes son fácilmente refutados, el
dogmatismo complaciente prospera, y las diferencias de opinión son amargadas
por la hostilidad del grupo. Cada grupo escucha no lo mejor, sino lo peor, que
los otros grupos pueden decir».
C. S. Lewis tiene razón (la cita es de 1942): lo peor que le puede pasar a cualquier comunidad, y la literatura panameña lo es, es que los grupos y gremios graviten juntos en camarillas que apenas tengan la más mínima interacción. Se nota la gran distancia que hay entre escritores, empezando por lo que es natural y básico en este oficio: leer. Aquí no se lee casi nadie y casi nadie dice nada de lo que se escribe, pasando a vivir, como en la frase del irlandés, del rumor de lo que dicen los “forasteros”. Seguir leyendo el artículo aquí.
Publicado en el diario La Prensa, viernes 9 de diciembre de 2022.
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