Lo repito siempre que puedo: “A la literatura, hay que venir
llorao”. Lo digo en buen panameño, y la frase se puede aplicar a la vida: “A
este mundo, hay que venir llorao”. Mucha gente, en su afán victimista, no
quieren reconocer los méritos del que hace bien las cosas y se quejan con
puntualidad rencorosa por redes. “Mucho tilín tilín y ná de paletas”. Seguir leyendo el artículo aquí.
Publicado en el diario panameño La Prensa, 23 de noviembre de 2021.
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