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Ilustración de Fernando Vicente |
El verso, aquella cicatriz leída en el poema, llega un día
que se concreta, y sentimos una mano sobre el hombro de nuestra emoción que nos
despierta de nuestra inopia: la palabra se ha convertido en compañera
cotidiana, en la Realidad y el Deseo, y el verso feliz de Cernuda se
materializa en todas sus dimensiones cifrando el sentimiento: “tú justificas
mi existencia”.
Qué extrañeza las palabras, su perfil de aire, sus
miserias y grandezas, su decidida capacidad de tañer el alma y la emoción humana,
del lector, del que escucha con atenta devoción o distraída tristeza sus
mensajes. Materia de arte, barro para trabajar la belleza, desde el principio
fue ella, dice Juan, luego se encarnó, cuenta el evangelista más adelante;
lenguaje divino, tentadora ficción y casi mentira en otros labios, las palabras
siempre serán el todo o la nada intrascendente.
Cuando por fin la palabra se hace carne y habita en
nosotros, el mundo es muy otro, es una más alta vida, una actitud
azul; las palabras, arrinconadas por los escritores, sometidas las
emociones que esconden, ordenadas por la belleza instintiva que pretenden,
forman esa sima llamada Literatura. Porque todo camino hacia la emoción humana
se transita por las palabras hacia lo profundo, hacia el abismo.
Oficio extraño el de escritor, siempre cuesta arriba con las
palabras, juntándolas, para rodar cuesta abajo derrotados. Nada tan Sísifo, tan
condena, como el buscar escribir aquel verso preciso, aquella imagen nítida,
capturar esa emoción que se convierta en una mano que toque el hombro del
lector y lo despierte, porque escribir, si no es para despertar, no es más que
necedad arrogante.
Y sí, del silencio a la palabra, otro verso feliz, el
escritor viene, camina por el laberinto perdiendo a conciencia el hilo,
entendiendo que estar perdido es estar, y que hallarse no es más que una
ilusión de palabras que nos augura volver a caer como Sísifo para poder seguir
escribiendo el abismo.
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Artículo publicado en el diario La Prensa, martes 4 de octubre de 2022.