Sé que su 34% es legítimo, y que hay quien se hace el pendejo, como si todo el «mal Panamá» hubiera nacido con su mal gobierno, pero es usted el que ocupa la silla, y la sombra alargada de RM se le nota. Usted no es transparente —omnipresencia en medios no es transparencia, es «taquilla», mire la «yuca USA» que nos endosó, espero no estar ofendiéndolo, si es así, le pido perdón, sin argumentar el tamaño de la mecha.
Usted no tiene que ser buena gente, fue elegido para ser buen gobernante, no exagere, ni meta a su familia en esto, ni hermanos, hijas, ni esposa: a la política se viene solo, a lo otro se le llama nepotismo, aunque se disfrace de embajada o despacho de primera dama; y sí, es cierto, nadie debe faltarle al respeto a familiares de la persona con la que debate, es ignorancia, y merece nuestro desprecio.
Nos dejamos confeccionar un país de ciegos, con un par de tuertos que se ríen al ver cómo nos comemos unos a otros, un poco como usted —perdón—, en su perdón leído y reído, como contento de tenernos donde estamos, perdone, serán cosas mías, pero aquí van mis disculpas, y qué magnánimo usted que ya ha pasado página, pero intuyo que seguirá rofeando, creyendo que hay que gobernar contra todos, mucha testosterona y poca neurona. Perdone: le eligieron justo para lo contrario.
Artículo publicado en el diario La Prensa, el martes 13 de mayo de 2025.