Ese reciente encuentro con Enrique, propiciado por un escritor patrio, me ha devuelto a una de las más encendidas y cinematográficas defensas (también literaria) de la libertad individual: “El manantial”. King Vidor llevó a la gran pantalla el novelón (más de 700 páginas) de Ayn Rand, protagonizada por mi hombre favorito del cine, Gary Cooper, el actor al que mejor le sienta el blanco y negro. (Leer el artículo aquí).
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