Convivimos con las sobras. Los otros días, releyendo los microrrelatos de “La máquina de languidecer” de Ángel Olgoso (Páginas de Espuma, 2009), encontré una chispa en la oscuridad circundante: “La herida ofendía a la vista y me asombraba pensar cómo sobrevivimos a nuestros venenos internos”. La cita me abofeteó el ánimo. La firma un tal William Kennedy, premio Pulitzer en 1984. ¿Cómo sobrevivimos? Me interrogué en el transcurso de mi relectura, de mi búsqueda. Seguir leyendo aquí.03 marzo, 2016
En Literofilia: Cómo sobrevivimos a nuestros venenos internos
Convivimos con las sobras. Los otros días, releyendo los microrrelatos de “La máquina de languidecer” de Ángel Olgoso (Páginas de Espuma, 2009), encontré una chispa en la oscuridad circundante: “La herida ofendía a la vista y me asombraba pensar cómo sobrevivimos a nuestros venenos internos”. La cita me abofeteó el ánimo. La firma un tal William Kennedy, premio Pulitzer en 1984. ¿Cómo sobrevivimos? Me interrogué en el transcurso de mi relectura, de mi búsqueda. Seguir leyendo aquí.
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