En Colón, una noche de 1923, se escribió, para gloria de
nuestras letras, El Canto del Niño Virgen, poema que según el argentino
Cesar Aira, es “un ejemplo sobresaliente de las vanguardias latinoamericanas de
las primeras décadas del siglo XX, una celebrada obra maestra de la poesía
centroamericana”. Su autor, un antiguo escribano de tercera, nunca había
escrito un verso, ni se le había ocurrido motivo alguno para hacerlo.
Hay cada vez menos lectores y no es un mal de ahora. En un libro que encontré en una librería de segunda mano, “Cómo ser escritor", el autor dice: “Jamás se había leído y escrito tanto como ahora (quizás demasiado). La masa de escritores, sobre todo novelistas, es enorme”. Estamos en el año 1968 y José Repollés, autor del librito, afirma lo mismo que sostenía Javier Marías en 2017: mucha gente cree que por saber leer y escribir pueden ser novelistas. “La cosa es mucho más compleja”, sostiene Repollés. Seguir leyendo el artículo aquí.
Artículo publicado en el diario La Prensa, viernes 23 de septiembre de 2022.
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