Creo que no se hablado tanto de bases como en estos últimos meses. Y no son las viejas bases estadounidenses en territorio panameño, ni las que se robaba en los ochenta Rickey Henderson, si no las discutidas, revisadas y hace unas semanas presentadas bases del Premio Nacional de Literatura “Ricardo Miró”.
Sin lugar a dudas ha sido un gran acierto revisarlas e invitar a algunos escritores a participar en esa tarea a fin de modernizar el Premio y darle agilidad. Se queda el “desierto”, bien, el género ensayo se libera de las temáticas anuales, mejor, y se incentiva la puesta en escena de las obras de teatro, excelente. Alegría por una parte, pequeña, pero hay que reconocer que son un gesto, una línea a seguir para mejorar de aquí en adelante. Pincha aquí para seguir leyendo.
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