¿Qué puede hacer el presidente? Rofear, pedir disculpas reído, y luego entrar en una deriva autoritaria que no es potable para ninguna democracia, pero, si lo piensan bien, ¿qué remedio le queda al 34% ante el resto del país descontento por sus acciones? O sacas a la policía a la calle o es imposible mantener el orden, porque en este gobierno falta capacidad de escucha y altura política: Cortizo es ahora bueNito, y Mulino, un tipo emberracao que nadie se toma en serio si no es por la fuerza.
A río revuelto los nostálgicos hablan de «dictadura», siendo ellos PRD, como si Torrijos hubiera ganado las elecciones del 68, y otros le afean al presidente su pasado civilista, como si aquel movimiento no lo hubiera arropado la mayoría de los panameños de entonces, o como si esa militancia le hubiera convertido en el autoritario que es. Lo que nos hacía presagiar su deriva autoritaria fue su gestión como Ministro de Seguridad.
El presidente puede tener comportamientos dictatoriales, más bien autoritarios, pero no es un dictador, no exageren, tengan respeto por los que de verdad han estado bajo una dictadura en este mismo país, no inventen escenarios indeseables, suficiente con la mala imagen que estamos proyectando, y que nadie es capaz de explicar ni dentro ni fuera de nuestro país.
Publicado el martes 20 de mayo en el diario La Prensa.
La ilustración es del artista Mana Neyestani @manayenestani