Estamos definitivamente ante un autor que ya tiene bien definido su universo, su oficio y como ejercerlo. Resulta que Matías Candeira (Madrid, 1984) es uno de esos escritores a los cuales la literatura salvó durante la adolescencia para devolvérnoslo con una madurez y sentido de la ficción que invita a disfrutar y a pensar. Parece tópico pero este es uno de esos autores que deleita estéticamente sin renunciar a asombrarnos con cuestiones relativas a los bajos fondos del alma que todos tenemos.
“Antes de las jirafas” (Páginas de Espuma, 2011) apunta directamente al lado oscuro, al rincón de la habitación que más nos da miedo. Porque al final el mayor susto que se puede llevar el lector es el de ser él mismo el protagonista de estas pesadillas irónicas, llenas de una poesía visual que alude al trasfondo de la educación audiovisual del escritor madrileño.
Si homenajes y con desparpajo Matías Candeira nos ofrece dieciséis cuentos que transportan al lector atento a paisajes estadounidense, a asesinos en serie, a sueños o pesadillas de las que queremos despertar, o no, al crepúsculo de los héroes. Lleno de alusiones a la cultura popular estadounidense de los cincuenta, el escritor consigue dar una vuelta de tuerca a aquellos textos y películas de su educación sentimental para ponernos delante deliciosas narraciones que se resuelven de forma inteligente y heterodoxa.
Con “Ese señor de allí” mucho cuidado, es una suerte de versión asesina de “El hombre sin atributos” de Musil y ya sabréis porque. Por lo pronto quédense con el título del cuento y cuidado con decir nada del señor ese al que alude el cuento. Una narración redonda y ágil.
“Manhattan Pulp”, uno de mis favoritos, ensaya con la renuncia de los héroes, con el crepúsculo de su identidad y del sentido de sus vidas. Peter Parker y el Dr. Octopus juntos como nunca los habíamos imaginado, comunicando una atmósfera triste y densa, apta para sorpresas y súbitos sobresaltos.
En “Jimmy” tenemos un excelente perfil de un psicópata de libro. Los criminólogos no echaran de menos nada y los lectores de cuentos reconocerán el saber hacer de Matías Candeira que mezcal el amor con la sangre, la ternura con la violencia sin dejar de intrigarnos hasta la última línea.
Uno de los cuentos que llega al corazón es “Unos ojos vacíos”. Un padre ausente, fotos, la usencia y la falta de el padre combinados en un texto hermoso, alejado de la cursilería de los sentimentalismos, cercano a una realidad a ras de calle.
“Antes de las jirafas” va atrapar a más de uno eso está claro. Tiene la virtud de sorprendernos, de ser espejo que nos devuelve nuestro reflejo deformando pero en el que terriblemente nos reconocemos si lugar a dudas. Atmósferas precisas, personajes convincentes, Matías Candeira ha abierto la caja de Pandora de su escritura y ahora le toca domar a los monstruos, a las sombras, a las ficciones que su universo le traiga. Nosotros estaremos allí, a pie de caja, para no perdernos el espectáculo de una escritura excelente.
“Antes de las jirafas” (Páginas de Espuma, 2011) apunta directamente al lado oscuro, al rincón de la habitación que más nos da miedo. Porque al final el mayor susto que se puede llevar el lector es el de ser él mismo el protagonista de estas pesadillas irónicas, llenas de una poesía visual que alude al trasfondo de la educación audiovisual del escritor madrileño.
Si homenajes y con desparpajo Matías Candeira nos ofrece dieciséis cuentos que transportan al lector atento a paisajes estadounidense, a asesinos en serie, a sueños o pesadillas de las que queremos despertar, o no, al crepúsculo de los héroes. Lleno de alusiones a la cultura popular estadounidense de los cincuenta, el escritor consigue dar una vuelta de tuerca a aquellos textos y películas de su educación sentimental para ponernos delante deliciosas narraciones que se resuelven de forma inteligente y heterodoxa.
Con “Ese señor de allí” mucho cuidado, es una suerte de versión asesina de “El hombre sin atributos” de Musil y ya sabréis porque. Por lo pronto quédense con el título del cuento y cuidado con decir nada del señor ese al que alude el cuento. Una narración redonda y ágil.
“Manhattan Pulp”, uno de mis favoritos, ensaya con la renuncia de los héroes, con el crepúsculo de su identidad y del sentido de sus vidas. Peter Parker y el Dr. Octopus juntos como nunca los habíamos imaginado, comunicando una atmósfera triste y densa, apta para sorpresas y súbitos sobresaltos.
En “Jimmy” tenemos un excelente perfil de un psicópata de libro. Los criminólogos no echaran de menos nada y los lectores de cuentos reconocerán el saber hacer de Matías Candeira que mezcal el amor con la sangre, la ternura con la violencia sin dejar de intrigarnos hasta la última línea.
Uno de los cuentos que llega al corazón es “Unos ojos vacíos”. Un padre ausente, fotos, la usencia y la falta de el padre combinados en un texto hermoso, alejado de la cursilería de los sentimentalismos, cercano a una realidad a ras de calle.
“Antes de las jirafas” va atrapar a más de uno eso está claro. Tiene la virtud de sorprendernos, de ser espejo que nos devuelve nuestro reflejo deformando pero en el que terriblemente nos reconocemos si lugar a dudas. Atmósferas precisas, personajes convincentes, Matías Candeira ha abierto la caja de Pandora de su escritura y ahora le toca domar a los monstruos, a las sombras, a las ficciones que su universo le traiga. Nosotros estaremos allí, a pie de caja, para no perdernos el espectáculo de una escritura excelente.
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