Ésta reflexión que recupero, apareció en el periódico La Prensa en el 4 de julio de 2004. No debemos olvidar estas cosas.
Acabo de ver con profundo pesar, un especial informativo emitido aquí en España sobre la prostitución de menores en Panamá. Un equipo de periodistas del periódico El Mundo y de la cadena de televisión Antena 3 han presentado cómo las niñas panameñas son utilizadas como mercancía sexual, y la total impunidad con que todo ello ocurre.
Una de las principales proxenetas del país (según la información vertida en este reportaje) es hija de alguien muy importante en Panamá y cuenta entre sus clientes a varios políticos de prestigio. Dijo además que en Panamá no se le presta atención a lo de la prostitución infantil, ya que muchos de los que suben al poder tienen ‘‘el cerebro dañado’’. Creo que desde su periódico debemos proponer menos enfrentamientos políticos y más soluciones sociales que saquen a nuestro país de tan ignominiosa situación.
Cuando uno vive lejos del terruño, cuando uno se esfuerza por proclamar el orgullo patrio y pretende colocar a su país donde le corresponde, salen a la luz estos oscuros hechos que laceran terriblemente la confianza que cualquier extranjero pueda tener para visitar nuestra tierra (...).
Una frase del reportaje me corroe, me inquieta, hablando de las autoridades: ‘‘¿negligencia o corrupción?’’. Como panameño empiezo a creer que se trata de lo segundo. Y ustedes, ¿qué opinan?
Una de las principales proxenetas del país (según la información vertida en este reportaje) es hija de alguien muy importante en Panamá y cuenta entre sus clientes a varios políticos de prestigio. Dijo además que en Panamá no se le presta atención a lo de la prostitución infantil, ya que muchos de los que suben al poder tienen ‘‘el cerebro dañado’’. Creo que desde su periódico debemos proponer menos enfrentamientos políticos y más soluciones sociales que saquen a nuestro país de tan ignominiosa situación.
Cuando uno vive lejos del terruño, cuando uno se esfuerza por proclamar el orgullo patrio y pretende colocar a su país donde le corresponde, salen a la luz estos oscuros hechos que laceran terriblemente la confianza que cualquier extranjero pueda tener para visitar nuestra tierra (...).
Una frase del reportaje me corroe, me inquieta, hablando de las autoridades: ‘‘¿negligencia o corrupción?’’. Como panameño empiezo a creer que se trata de lo segundo. Y ustedes, ¿qué opinan?