“Mujer solitaria busca” podría ser un buen resumen de esta novela pero “El arte de perder” (Planeta, 2009 y Premio Azorín de novela) está ambientada en pleno siglo XXI, cuando el auge de Internet y sus redes sociales y chats de búsqueda de pareja están a la orden del día. Hoy todos buscan, todos mienten en sus perfiles pero ¿se han preguntado los lectores por los sentimientos que hay detrás de las personas que los frecuentan?
En “El arte de perder” de Lola Beccaria (Ferrol, 1963) es un excelente retrato de nuestra sociedad en lo que a usos amorosos se refiere y pone de manifiesto que en el fondo el gran deseo de hombres y mujeres es que al final del día, allí donde vayamos a descansar, haya alguien que nos espere con una sonrisa de amor y unas caricias para paliar las heridas de la jornada.
Dividida por meses “El arte de perder” nos revela la historia de Sara, una mujer que desea encontrar el amor y frecuenta los chats de Internet en busca del hombre que necesita, que se ajuste a su visión del amor. Después de muchos intentos fallidos se topa con Enzo un hombre que también busca y que no termina de convencerse de que de verdad quiere a Sara y que con su parquedad de palabras juega con los sentimientos de ambos. Aunque el narrador omnisciente nos ofrezca la perspectiva de Sara nos hace ver cómo Enzo también es un alma en búsqueda, cómo sus afectos van cambiando hasta llegar a la convicción de que es Sara lo que desea aunque es probable que se dé cuenta demasiado tarde.
Técnicamente esta es una novela de género “emailico” y “smsino” (lo que antes llamaban los antiguos “género epistolar”) por un lado y el costumbrismo por otro en la que vemos los sentimientos vertidos de Sara en unas palabras que muchas veces envía a Enzo y que otras veces no se atreve a hacerlo pero que testimonian un perfil actual afectivo que revela que en contra de lo que se dice de cara a la galería todos creemos en el amor romántico más de lo que queremos reconocer, sino que se lo pregunten a Enzo que al final de la novela… Pasen y lean.
Lola Beccaria novela para sus lectores la crisis afectiva de este arranque de siglo, con sus vacíos y sus plenitudes, con una precisión quirúrgica y con una ironía muy actual que nos va a arrastrar por toda la novela hasta su inesperado final sin ser en exceso romanticona: es más bien un grito desesperado ante el encuentro de lo deseado y a la vez su imposibilidad de disfrutarlo.
Una novela de amor, de búsquedas y encuentros desafortunados y de pasiones brutales, “El arte de perder” nos deja con un regusto a realidad y a tristeza, a vida que conocemos y nos mete en el cuerpo la sensación de que la ficción está cada vez más cerca de la realidad.
En “El arte de perder” de Lola Beccaria (Ferrol, 1963) es un excelente retrato de nuestra sociedad en lo que a usos amorosos se refiere y pone de manifiesto que en el fondo el gran deseo de hombres y mujeres es que al final del día, allí donde vayamos a descansar, haya alguien que nos espere con una sonrisa de amor y unas caricias para paliar las heridas de la jornada.
Dividida por meses “El arte de perder” nos revela la historia de Sara, una mujer que desea encontrar el amor y frecuenta los chats de Internet en busca del hombre que necesita, que se ajuste a su visión del amor. Después de muchos intentos fallidos se topa con Enzo un hombre que también busca y que no termina de convencerse de que de verdad quiere a Sara y que con su parquedad de palabras juega con los sentimientos de ambos. Aunque el narrador omnisciente nos ofrezca la perspectiva de Sara nos hace ver cómo Enzo también es un alma en búsqueda, cómo sus afectos van cambiando hasta llegar a la convicción de que es Sara lo que desea aunque es probable que se dé cuenta demasiado tarde.
Técnicamente esta es una novela de género “emailico” y “smsino” (lo que antes llamaban los antiguos “género epistolar”) por un lado y el costumbrismo por otro en la que vemos los sentimientos vertidos de Sara en unas palabras que muchas veces envía a Enzo y que otras veces no se atreve a hacerlo pero que testimonian un perfil actual afectivo que revela que en contra de lo que se dice de cara a la galería todos creemos en el amor romántico más de lo que queremos reconocer, sino que se lo pregunten a Enzo que al final de la novela… Pasen y lean.
Lola Beccaria novela para sus lectores la crisis afectiva de este arranque de siglo, con sus vacíos y sus plenitudes, con una precisión quirúrgica y con una ironía muy actual que nos va a arrastrar por toda la novela hasta su inesperado final sin ser en exceso romanticona: es más bien un grito desesperado ante el encuentro de lo deseado y a la vez su imposibilidad de disfrutarlo.
Una novela de amor, de búsquedas y encuentros desafortunados y de pasiones brutales, “El arte de perder” nos deja con un regusto a realidad y a tristeza, a vida que conocemos y nos mete en el cuerpo la sensación de que la ficción está cada vez más cerca de la realidad.
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