Todas las épocas tiene sus héroes y sus decadencias. Todas las épocas tienen sus luces y sus olvidos. Todas las épocas vuelven con personajes distintos o con distintos acentos pero vuelven y es tarea nuestra aprender de esos constantes regresos para no cometer los mismos errores.
De una gran época trata “El sueño de Hipatia” (Plaza y Janés, 2009) donde vemos cómo el fin de una era se acerca y otras ideas y otras luces con sus sombras piden paso. Con rigor histórico y con el temple de buen orfebre José Calvo Poyato (Córdoba, 1951) nos devuelve a Hipatia con el brillo que se merece levantando de encima de ella el manto de silencio y de olvido que pesaba sobre su historia y que ahora se ha puesto de actualidad. Pero eso no es todo. Tenemos en esta novela otra, una más cercana, que transcurre en la convulsa Europa del año 1948 y en el mismo Egipto que vio la Alejandría de Hipatia.
“El sueño de Hipatia de José Calvo Poyato promete sacudir al lector. En ella se discuten grandes temas del cristianismo de los primeros siglos como el canon del Nuevo Testamento, el papel de la mujer en el cristianismo y la resistencia contra el orden establecido antes del fortalecimiento de la Iglesia como institución. Se dejan ver las tramas subterráneas y los manejos más que reprobables de toda la maquinaria que hay detrás de la búsqueda de textos de la antigüedad y la intervención de la Iglesia en ella. Vestido de thriller este tema tan llevado y traído no pierde su interés y de la mano del autor cobra su justa dimensión en la Historia moderna y contemporánea.
Es también “El sueño de Hipatia” un asomo al corazón del padre de la astrónoma y matemática alejandrina y constatamos en ese acercamiento cómo las cosas no eran muy distintas antes del cristianismo con respecto a la mujer. La decepción de Teón ante el nacimiento de la niña es elocuente pero la historia dice que la crió en la ciencia y el conocimiento. Vemos a un padre que ama a su hija, que vuelve a ella al pasar los años, que la ve convertida en una gran persona lo cual no deja de ser un canto a la igualdad y a la libertad alejado de políticas que falsean los valores.
Meta literatura también encontrará el lector de esta novela histórica que no decepcionará a los habituales del género y que seguro que ganará nuevos adeptos para sus filas. La historia de Donald Burton y Ann Crawford no hace más que servirnos de contrapunto y regreso de una época a otra, nos lleva de la mano en busca de la verdad aunque en el camino cueste la vida de alguien.
Una novela carga de conocimiento, de intriga y de ternura eso encontrará el lector en el sueño de Hipatia que hará bien en enfrentarse con un texto que le dará que pensar. Au así las cosas y sabiendo que es una novela, José Carlos Poyato inserta una nota al final para explicar ciertos matices. No la lean hasta el final, pongan a prueba sus conocimientos de Historia, su olfato de lectores. Aunque todas las novelas son mentira, incluidas las históricas, las salvedades finales son necesarias.
Serán inevitables las comparaciones con nuestra época y en ello encontramos el mensaje de esta novela: no cometamos los mismos errores, no volvamos a la intolerancia. Una época terminó en esos días, no vayamos a asistir al fin de la nuestra.
De una gran época trata “El sueño de Hipatia” (Plaza y Janés, 2009) donde vemos cómo el fin de una era se acerca y otras ideas y otras luces con sus sombras piden paso. Con rigor histórico y con el temple de buen orfebre José Calvo Poyato (Córdoba, 1951) nos devuelve a Hipatia con el brillo que se merece levantando de encima de ella el manto de silencio y de olvido que pesaba sobre su historia y que ahora se ha puesto de actualidad. Pero eso no es todo. Tenemos en esta novela otra, una más cercana, que transcurre en la convulsa Europa del año 1948 y en el mismo Egipto que vio la Alejandría de Hipatia.
“El sueño de Hipatia de José Calvo Poyato promete sacudir al lector. En ella se discuten grandes temas del cristianismo de los primeros siglos como el canon del Nuevo Testamento, el papel de la mujer en el cristianismo y la resistencia contra el orden establecido antes del fortalecimiento de la Iglesia como institución. Se dejan ver las tramas subterráneas y los manejos más que reprobables de toda la maquinaria que hay detrás de la búsqueda de textos de la antigüedad y la intervención de la Iglesia en ella. Vestido de thriller este tema tan llevado y traído no pierde su interés y de la mano del autor cobra su justa dimensión en la Historia moderna y contemporánea.
Es también “El sueño de Hipatia” un asomo al corazón del padre de la astrónoma y matemática alejandrina y constatamos en ese acercamiento cómo las cosas no eran muy distintas antes del cristianismo con respecto a la mujer. La decepción de Teón ante el nacimiento de la niña es elocuente pero la historia dice que la crió en la ciencia y el conocimiento. Vemos a un padre que ama a su hija, que vuelve a ella al pasar los años, que la ve convertida en una gran persona lo cual no deja de ser un canto a la igualdad y a la libertad alejado de políticas que falsean los valores.
Meta literatura también encontrará el lector de esta novela histórica que no decepcionará a los habituales del género y que seguro que ganará nuevos adeptos para sus filas. La historia de Donald Burton y Ann Crawford no hace más que servirnos de contrapunto y regreso de una época a otra, nos lleva de la mano en busca de la verdad aunque en el camino cueste la vida de alguien.
Una novela carga de conocimiento, de intriga y de ternura eso encontrará el lector en el sueño de Hipatia que hará bien en enfrentarse con un texto que le dará que pensar. Au así las cosas y sabiendo que es una novela, José Carlos Poyato inserta una nota al final para explicar ciertos matices. No la lean hasta el final, pongan a prueba sus conocimientos de Historia, su olfato de lectores. Aunque todas las novelas son mentira, incluidas las históricas, las salvedades finales son necesarias.
Serán inevitables las comparaciones con nuestra época y en ello encontramos el mensaje de esta novela: no cometamos los mismos errores, no volvamos a la intolerancia. Una época terminó en esos días, no vayamos a asistir al fin de la nuestra.
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