Ya estamos aquí con la ilusión de que este año será nuestro año. Eso me dijo mi amigo Alberto Moral y me lo confirmó mi también amigo Salvador Medina Barahona: este será nuestro año. Será también el año de las letras panameñas, se lo dije a mi querido Egbert Lewis, amigo de letras periódiscticas allá en el terruño, y será también el año en que las cosas van a cambiar para mejor, eso dice el Gobierno. También será el año en el que alcanzaremos lo que deseamos, me digo yo que me tengo por amigo de mí mismo.
Porque las cosas no solo hay que desearlas sino que hay que trabajarlas. Ya estoy hablando como una galleta de la suerte de esas que los chinos se inventaron y que en Facebook abren a diestro y siniestro, sobre todo a siniestro.
Este año os/les deseo bendiciones y éxitos a este y a aquel lado del Atlántico. Que tengamos la fuerza necesaria para emprender la búsqueda de los tan cacareados sueños y que yo los lea. Que no nos falten los amigos para apoyarnos y que no nos fallemos a nosotros mismos.
Porque las cosas no solo hay que desearlas sino que hay que trabajarlas. Ya estoy hablando como una galleta de la suerte de esas que los chinos se inventaron y que en Facebook abren a diestro y siniestro, sobre todo a siniestro.
Este año os/les deseo bendiciones y éxitos a este y a aquel lado del Atlántico. Que tengamos la fuerza necesaria para emprender la búsqueda de los tan cacareados sueños y que yo los lea. Que no nos falten los amigos para apoyarnos y que no nos fallemos a nosotros mismos.
A los que han sido buenos, libros. A los que no, libros también, a ver si cambian.
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