Con la lectura de este libro me he expuesto a un interesante experimento como lector. La primera Ley: libro III. El último argumento de los reyes (Alianza, 2009), es como se deduce del título, el tercero y último de una saga de fantasía que Alianza Editorial viene publicando desde hace unos años. Primero La Voz de las Espadas, 2006 y después Antes de que los cuelguen, 2008. Puede una saga engancharte si empiezas por la última entrega.
La visión que se tiene de los personajes es distinta, todo te intriga, preguntas y cuestionas las cosas y a cada página, en cada capítulo y escena te haces la constante pregunta: ¿de dónde ha salido esto? ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Los especialistas en el género fantástico y consumidores habituales de este género literario se lo tienen que haber pasado muy bien con las entregas anteriores.
Mi visión, leyendo el final de la historia es que situados en el momento de la tercera novela todo está impregnado de una lógica que uno desea descubrir. Puede parecer una perogrullada pero he leído sagas desde el principio que te llevan a un final absurdo y resultón. Esta novela tiene un cierre bien trabado, consistente y consecuente con un pasado que se me invita a descubrir. Creo que cuando me enfrente a los otros dos tomos no me llevaré un chasco.
La historia tiene tintes medievales, con personajes brutales, sangrientos y muy irónicos, irónicos hasta rozar lo cáustico. Me llama poderosamente la atención el personaje de Glokta, un tipo que no siempre fue como lo vemos en esta novela, lisiado y lleno de rencor ¿qué le pasó? ¿Por qué no lo ha superado? Las tramas y sub-tramas que Joe Abercrombie (Lancaster, Inglaterra, 1974) va desenvolviendo nos hace buscar correlatos en la vida moderna, en las situaciones que estamos viviendo.
Un libro rico en descripciones, denso en sus atmósferas, creativo en lo que se refiere a la creación de personajes muy rotundos y que se nota que traen una carga de otros libros, de otros tiempos. Valoro en él la fina arquitectura que ha tenido que ponerse en pie para llegar hasta este tercero. El libro ofrece preguntas que bien podrían quedarse sin respuesta (la novela da la sensación de no depender de las otras) pero, sabiendo que las hay, sabiendo que antes que este hay tres libros más, tienes ganas de saber, de que te respondan.
Un texto muy recomendable, llevado por capítulos cortos que consiguen mantener muy bien la tensión La primera Ley: libro III. El último argumento de los reyes, ofrece horas encerrado en un universo muy personal, obsesivo y oscuro, que tiene dosis de venganza, amor y, en muchos momentos, de burla o guiño a la realidad cotidiana. Un ajuste de cuentas con los días que nos ha tocado vivir y que traen a la menta la trillada frase aquella de que el desconocimiento de la historia nos condena a repetirla.
Una trilogía latamente recomendable (desde la perspectiva de quien sólo ha leído el tercer tomo) y que podremos revisitar en el futuro con otras lecturas. Esta me parece puede ser una de esas series de libros que se pueden convertir en libros de culto para los amantes del género fantástico.
La visión que se tiene de los personajes es distinta, todo te intriga, preguntas y cuestionas las cosas y a cada página, en cada capítulo y escena te haces la constante pregunta: ¿de dónde ha salido esto? ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Los especialistas en el género fantástico y consumidores habituales de este género literario se lo tienen que haber pasado muy bien con las entregas anteriores.
Mi visión, leyendo el final de la historia es que situados en el momento de la tercera novela todo está impregnado de una lógica que uno desea descubrir. Puede parecer una perogrullada pero he leído sagas desde el principio que te llevan a un final absurdo y resultón. Esta novela tiene un cierre bien trabado, consistente y consecuente con un pasado que se me invita a descubrir. Creo que cuando me enfrente a los otros dos tomos no me llevaré un chasco.
La historia tiene tintes medievales, con personajes brutales, sangrientos y muy irónicos, irónicos hasta rozar lo cáustico. Me llama poderosamente la atención el personaje de Glokta, un tipo que no siempre fue como lo vemos en esta novela, lisiado y lleno de rencor ¿qué le pasó? ¿Por qué no lo ha superado? Las tramas y sub-tramas que Joe Abercrombie (Lancaster, Inglaterra, 1974) va desenvolviendo nos hace buscar correlatos en la vida moderna, en las situaciones que estamos viviendo.
Un libro rico en descripciones, denso en sus atmósferas, creativo en lo que se refiere a la creación de personajes muy rotundos y que se nota que traen una carga de otros libros, de otros tiempos. Valoro en él la fina arquitectura que ha tenido que ponerse en pie para llegar hasta este tercero. El libro ofrece preguntas que bien podrían quedarse sin respuesta (la novela da la sensación de no depender de las otras) pero, sabiendo que las hay, sabiendo que antes que este hay tres libros más, tienes ganas de saber, de que te respondan.
Un texto muy recomendable, llevado por capítulos cortos que consiguen mantener muy bien la tensión La primera Ley: libro III. El último argumento de los reyes, ofrece horas encerrado en un universo muy personal, obsesivo y oscuro, que tiene dosis de venganza, amor y, en muchos momentos, de burla o guiño a la realidad cotidiana. Un ajuste de cuentas con los días que nos ha tocado vivir y que traen a la menta la trillada frase aquella de que el desconocimiento de la historia nos condena a repetirla.
Una trilogía latamente recomendable (desde la perspectiva de quien sólo ha leído el tercer tomo) y que podremos revisitar en el futuro con otras lecturas. Esta me parece puede ser una de esas series de libros que se pueden convertir en libros de culto para los amantes del género fantástico.
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