El conocimiento de Nina Berberova (Rusia, 1901- Estados Unidos, 1993) sobre Vladimir Nabokov y su obra nos deja ver, para los que nos acercamos por primera vez a ella, a una mujer muy culta, de visión literaria precisa, y que emprende una búsqueda sólida del entramado técnico de “Lolita”, que quiere descubrir el por qué una novela como esta y un escritor como Nabokov son fundamentales en la Historia Universal de las Letras. No en vano, este breve ensayo literario arranca haciendo una declaración de principios: “Hay libros que caben por entero entre sus dos tapas; allí se quedan, y de allí no salen. Hay otros que no caben entre sus tapas, que parecen desbordarlas; pasan años a nuestro lado, nos transforman, transforman nuestra conciencia. Hay finalmente una tercera clase de libros, aquellos que marcan la conciencia (y el modo de vida) de una generación literaria y dejan su marca en todo un siglo”. A ese tercer grupo pertenece por derecho propio “Lolita” y el análisis certero de la obra y su autor nos dejan claro que definitivamente así es.
Tres partes componen "Nabokov y su Lolita" (La Compañía, 2010): en la primera se desgrana la historia de la literatura rusa para ubicar en ella con su propia luz a Nabokov y se analizan los cuatro elementos que debe tener una novela para ser una gran novela aunque no confluyan siempre todos en ella. Es una suerte de “sistema periódico de los elementos literarios”. Luego, en segundo lugar, un estudio de la unidad “forma-contenido” que hace en seis sustanciosos niveles. Finalmente y en tercer lugar, Berberova se lanza a autopsiar “Lolita” sin destriparla (a estas alturas está de más que les diga que lean “Lolita”). Lo decimos porque muchos sesudos y eruditos estudios sobre cualquier novela hacen una escabechina en lugar de plantear las cosas literarias de manera cercana y edificante para el lector. Muchos estudiosos dan la sensación gris de enfurruñamiento intelectual lo que no ocurre con “Nabokov y su Lolita”, que nos sumerge en un muy recomendable baño de cultura, estética y concreción.
El epilogo y reseña biográfica de la autora nos da envidia. Ese primer café en París que relata Hubert Nyssen, el editor francés de la obra de Nina Berberova, a cualquiera de nosotros nos habría gustado tomárnoslo y disfrutar de la conversación torrencial y literaria con esta mujer culta y llena de tantas cosas terribles y hermosas como las que le tocó vivir en su siglo convulso. Un retrato nítido y de verdad que aleccionador para todos lo que se quieran dedicar a la escritura.
Nyssen hace un alegato sobre la personalísima visión que de Nabokov tiene Nina, hasta llegar a decir que habla ella de “su” Nabokov, y que revela mucho más de ella y de su necesidad de demostrar en su día su valía como escritora e intelectual literaria en un mundo universitario plagado de machismo y de academicismo alcanforado. Berberova demuestra, lo que resulta también aleccionador, que cualquier intento de impostura intelectual sobre la Literatura, ente vitalista y rebelde, resulta inútil y necio porque esta no soporta la corsetería fina por mucho que sus diseñadores se empeñen en llevarla por ese camino engañosamente glamuroso.
Un espíritu libre, estoicamente festivo y que celebra la gran literatura, es el de Nina Berberova y su “Nabokov y su Lolita”, texto que les sorprenderá y acompañará más allá de las pocas páginas que dura.
Tres partes componen "Nabokov y su Lolita" (La Compañía, 2010): en la primera se desgrana la historia de la literatura rusa para ubicar en ella con su propia luz a Nabokov y se analizan los cuatro elementos que debe tener una novela para ser una gran novela aunque no confluyan siempre todos en ella. Es una suerte de “sistema periódico de los elementos literarios”. Luego, en segundo lugar, un estudio de la unidad “forma-contenido” que hace en seis sustanciosos niveles. Finalmente y en tercer lugar, Berberova se lanza a autopsiar “Lolita” sin destriparla (a estas alturas está de más que les diga que lean “Lolita”). Lo decimos porque muchos sesudos y eruditos estudios sobre cualquier novela hacen una escabechina en lugar de plantear las cosas literarias de manera cercana y edificante para el lector. Muchos estudiosos dan la sensación gris de enfurruñamiento intelectual lo que no ocurre con “Nabokov y su Lolita”, que nos sumerge en un muy recomendable baño de cultura, estética y concreción.
El epilogo y reseña biográfica de la autora nos da envidia. Ese primer café en París que relata Hubert Nyssen, el editor francés de la obra de Nina Berberova, a cualquiera de nosotros nos habría gustado tomárnoslo y disfrutar de la conversación torrencial y literaria con esta mujer culta y llena de tantas cosas terribles y hermosas como las que le tocó vivir en su siglo convulso. Un retrato nítido y de verdad que aleccionador para todos lo que se quieran dedicar a la escritura.
Nyssen hace un alegato sobre la personalísima visión que de Nabokov tiene Nina, hasta llegar a decir que habla ella de “su” Nabokov, y que revela mucho más de ella y de su necesidad de demostrar en su día su valía como escritora e intelectual literaria en un mundo universitario plagado de machismo y de academicismo alcanforado. Berberova demuestra, lo que resulta también aleccionador, que cualquier intento de impostura intelectual sobre la Literatura, ente vitalista y rebelde, resulta inútil y necio porque esta no soporta la corsetería fina por mucho que sus diseñadores se empeñen en llevarla por ese camino engañosamente glamuroso.
Un espíritu libre, estoicamente festivo y que celebra la gran literatura, es el de Nina Berberova y su “Nabokov y su Lolita”, texto que les sorprenderá y acompañará más allá de las pocas páginas que dura.
3 comentarios:
Muy buena tu crítica. Te recomiendo de Nina Berbérova su autobiografía:
"Kursiv moi", (Курсив мой, El subrayado es mío) publicada en 1957.
Gracias por esta reseña,
Lili Villanueva
(también bloguera)
Muy buena tu crítica. Te recomiendo de Nina Berbérova su autobiografía:
"Kursiv moi", (Курсив мой, El subrayado es mío) publicada en 1957.
Gracias por esta reseña,
Lili Villanueva
(también bloguera)
Muy buena tu crítica. Te recomiendo de Nina Berbérova su autobiografía:
"Kursiv moi", (Курсив мой, El subrayado es mío) publicada en 1957.
Gracias por esta reseña,
Lili Villanueva
(también bloguera)
Publicar un comentario