Julia Navarro (Madrid, 1953) nos ofrece su novela total, su novela más personal y ambiciosa no solo por sus dimensiones titánicas (1097 páginas), sino por la densidad de los personajes que jalonan una trama vital que es un homenaje a la memoria y a la vida.
“Dime quién soy”, es una búsqueda, la de la vida de Amelia, pero a la vez es una muestra sin tapujos de la maldad humana, una presentación sin concesiones del terrible siglo XX, recorrido por un sanguinario sonido de bombas y un olor a sangre, sudor, y lágrimas.
La autora madrileña no se achica ante el reto, no sucumbe a una mera historia de amor o de una mujer de armas tomar para elevarla a los altares, nada más lejos de la realidad, Amelia Garayoa en una perfecta anti heroína, una perfecta amante y traidora, una excelente espía y asesina, una interesante y a la vez escurridiza mujer que amó y fue amada por cuatro hombres que conforman su geografía ética y sentimental. El trabajo de Julia Navarro al elaborar estas historias es un acierto técnico y documental.
Esta novela tampoco huye de la responsabilidad al abordar los totalitarismos del siglo XX. La autora madrileña deja que su espíritu de periodista fluya convirtiendo a Guillermo Albi en una suerte, a ratos, de alter ego, que va buscando, no tanto los “por qué” esos totalitarismos sino más bien sus consecuencias, sus atroces maldades demostrando que esta maldad humana tiene sus consecuencia y que fueron capaces de volverse en contra de los mismos que un día participaron en ellos. Amelia arrastró siempre las consecuencias de haber entrado en el juego totalitario.
Y en medio de estos totalitarismos, la guerra civil y sobre todo la postguerra y dictadura franquista quedan sostenidas y dibujadas con sus sobras evidentes y sus perdedores de fondo. Y aquí Amalia vuelve a ser contradictoria y vuelve a verse la sombra de los totalitarismos que destruyen y ensombrecen la grandeza de cualquier país.
Tampoco esta novela rehúye de las emociones, del drama, de algunas chispas de humor. Julia navarro nos hace vibrar, nos hace tener nuestros preferidos. Lo que Amelia vive con Pierre Comte es hermoso, idílico e inocente pero termina de la peor manera posible. Pero más allá de estos amores está el final, que en un breve epílogo, la escritora resuelve con solvencia. “Dime quién soy” no es sólo un título, es la petición de alguien que necesita que se le acerquen los recuerdos, que necesita que le arrimen la memoria. Julia Navarro ha conseguido con esta novela total mostrarnos, desde una perspectiva del que mira hacia atrás, lo convulso y terrible que fue el siglo XX y nos deja un mensaje a todos en todas partes: ojalá que no vuelva a ocurrir por muy interesante que parezca recodarlo.
Esta novela va a quedarse, va a seguir dando de qué hablar y sería una excelente lectura para los jóvenes que comienzan a asomarse a la Historia, una historia reciente y terrible que haremos bien en no repetir.
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