Para los que les gusta las novelas futuristas aquí tienen una de esas que les va a interesar muchísimo y sorprendentemente viene de la mano de un jovencísimo escritor que a base de muy buen hacer a conseguido trenzar una interesante historia.
Javier Ruescas (Madrid, 1987) ha escrito una novela que va y viene en el tiempo y que nos sitúa en un cruce de caminos donde tres personajes convergen y tienen que resolver sus necesidades, sus búsquedas y sus circunstancias vitales y que nos arrastran detrás de ellos.
La vida en el futuro de esta novela se ve truncado por una plaga inexplicable de jóvenes que se van quedando en coma. ¿Qué es lo que pasa? ¿Quién es el responsable? Para más inri el mundo futuro sufre las consecuencias del desastre ecológico que estamos perpetrando hoy con el planeta pero el desarrollo tecnológico aun posibilita la vida.
Una opaca empresa Tempus Fugit pone a disposición de las personas las cabinas de “teleporte” per algo empieza a oler mal…
Novela futurista y de ciencia ficción, cosida con muy buenos personajes, “Tempus Fugit” (Alfaguara, 2010), da una llamada de atención a los de hoy por lo que pueda pasar mañana con nuestro mayor activo: la vida de este planeta Tierra y sus recursos. Esta es la más evidente de las lecciones que podemos aprender.
En ese mundo ultra avanzado, tecnológicamente y de nombre tenebroso, Nuevomundo, nos damos cuenta de una aspecto interesante y que todos los escritores de este género hacen irremediablemente: constatan que el hombre, sea el futuro que sea, sea cual sea su avance tecnológico, adolece de las mismas enfermedades morales, tiene las mismas necesidades afectivas.
Pablo, un chico que inexplicablemente viene del pasado (de la Edad Media) quiere volver a su lugar de origen. Hannah, inadaptada y distinta, busca su sitio en el mundo y arrastra un arcaísmo elocuente: va en bicicleta a todas partes. Y Kleid un hombre-robot al que se le encarga la misión de averiguar cómo Pablo ha roto la línea de tiempo.
Es en eso cruce que apuntábamos antes en el que sobre todo Kleid va cambiando en la medida en la que va conociendo mejor a Pablo y a Hannah.
Diremos que los grandes personajes y antagónicos son Hannah y Kleid porque Pablo se va desdibujando muy pronto en la novela siendo él el detonante de toda la acción. Aun así las cosas resultan atractivos y la resolución de sus conflictos es bastante solvente.
Sobre el ritmo, no os desaniméis: vale la pena pasar los primeros compases de la novela hasta llegar al punto en que la novela arranca de verdad pasada la presentación de los personajes y el conflicto.
Tiempo de héroes y de grandes restos, en “Tempus Fugit” encontramos acción, amistad, y cierta dosis de heroísmo. Leída en clave de viaje nos adentramos a la búsqueda de la propia identidad, a la necesidad de encontrar el camino de vuelta a casa y sobre todo encontramos el cuestionamiento del orden establecido. Busquen a una tal Omega, es otro personaje interesante al igual que Gustav Mellier.
No duden en embarcarse en esta aventura, fresca, bastante original y que revela a un escritor joven que tiene mucho que dar y sin duda lo hará. El futuro lo dirá.
Javier Ruescas (Madrid, 1987) ha escrito una novela que va y viene en el tiempo y que nos sitúa en un cruce de caminos donde tres personajes convergen y tienen que resolver sus necesidades, sus búsquedas y sus circunstancias vitales y que nos arrastran detrás de ellos.
La vida en el futuro de esta novela se ve truncado por una plaga inexplicable de jóvenes que se van quedando en coma. ¿Qué es lo que pasa? ¿Quién es el responsable? Para más inri el mundo futuro sufre las consecuencias del desastre ecológico que estamos perpetrando hoy con el planeta pero el desarrollo tecnológico aun posibilita la vida.
Una opaca empresa Tempus Fugit pone a disposición de las personas las cabinas de “teleporte” per algo empieza a oler mal…
Novela futurista y de ciencia ficción, cosida con muy buenos personajes, “Tempus Fugit” (Alfaguara, 2010), da una llamada de atención a los de hoy por lo que pueda pasar mañana con nuestro mayor activo: la vida de este planeta Tierra y sus recursos. Esta es la más evidente de las lecciones que podemos aprender.
En ese mundo ultra avanzado, tecnológicamente y de nombre tenebroso, Nuevomundo, nos damos cuenta de una aspecto interesante y que todos los escritores de este género hacen irremediablemente: constatan que el hombre, sea el futuro que sea, sea cual sea su avance tecnológico, adolece de las mismas enfermedades morales, tiene las mismas necesidades afectivas.
Pablo, un chico que inexplicablemente viene del pasado (de la Edad Media) quiere volver a su lugar de origen. Hannah, inadaptada y distinta, busca su sitio en el mundo y arrastra un arcaísmo elocuente: va en bicicleta a todas partes. Y Kleid un hombre-robot al que se le encarga la misión de averiguar cómo Pablo ha roto la línea de tiempo.
Es en eso cruce que apuntábamos antes en el que sobre todo Kleid va cambiando en la medida en la que va conociendo mejor a Pablo y a Hannah.
Diremos que los grandes personajes y antagónicos son Hannah y Kleid porque Pablo se va desdibujando muy pronto en la novela siendo él el detonante de toda la acción. Aun así las cosas resultan atractivos y la resolución de sus conflictos es bastante solvente.
Sobre el ritmo, no os desaniméis: vale la pena pasar los primeros compases de la novela hasta llegar al punto en que la novela arranca de verdad pasada la presentación de los personajes y el conflicto.
Tiempo de héroes y de grandes restos, en “Tempus Fugit” encontramos acción, amistad, y cierta dosis de heroísmo. Leída en clave de viaje nos adentramos a la búsqueda de la propia identidad, a la necesidad de encontrar el camino de vuelta a casa y sobre todo encontramos el cuestionamiento del orden establecido. Busquen a una tal Omega, es otro personaje interesante al igual que Gustav Mellier.
No duden en embarcarse en esta aventura, fresca, bastante original y que revela a un escritor joven que tiene mucho que dar y sin duda lo hará. El futuro lo dirá.
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