Ser joven no es fácil y Sam lo tiene peor: es el hijo de dieciséis años de una madre de treintaidós divorciada y en busca del amor. Y la vida parece que se niega a darles un respiro. A Sam le gusta el skate, tiene un buen amigo Tony Hawk (un póster) y está loco por Alicia. “Todo por una chica” (Anagrama, 2009) la nueva novela del bueno de Nick Hornby (Maidenhead, 1957) es una suerte de memorias de adolescencia y novela de iniciación. En esta obra Hornby se sumerge en el mundo de los adolescentes y su relación con la vida a través de sus decisiones y deseos.
Por esta novela desfilan sobre todo sentimientos, situaciones, ironías que van fraguando diálogo a diálogo la peripecia vital de unos jóvenes que podrían ser los nuestros. La novela no renuncia a ningún tópico, riza la maraña de la realidad y hace un nudo fuerte para que nadie se olvide de que hacemos cosas que pueden cambiar nuestras vidas aunque seamos muy jóvenes.
Sam comenta su vida diaria, la consulta, con el poster de Tony Hawk al cual idolatra y del cual ha leído su libro Hawk: Occupation: Skateboarder, que para nuestro protagonista es su biblia. Cuando Sam habla con él, las respuestas sinceras y profundas pero sobre todo ajustadas a sus necesidades, salen del citado libro. Para el joven Sam, carente de referentes masculinos en su vida, adopta la figura de la estrella del skate como su ejemplo a seguir.
No vamos a desvelar el misterio de la novela, dejemos que la lectura de cada uno le lleve hasta las reflexiones necesarias que Hornby plante sin moralismos de politiqueos baratos. Se limita a dar vida a unos personajes que nos acompañan a lo largo de una novela que arranca de carcajadas y arranques de ternura por unos chicos a los que el mundo se les viene encima y que lo afrontan con la inocencia de su edad.
Ya se sabe que la temática de Hornby es básicamente la perpetua adolescencia de los hombres y como las mujeres la asumen con lo que tiene todo ello de tronchante y triste. Su técnica de personajes sólidos, casi de cine, hacen que sus novelas sean una delicia verlas llevadas a la gran pantalla. No se extrañen ustedes de que dentro de poco la veamos en el cine. Pero esta novela es especialmente dirigida a los adolescentes en particular. Es una novela que como ya hemos dicho no pretende moralinas, se sirve de los hechos para construir una historia que es la de muchos jóvenes hoy.
Nick Hornby lo ha vuelto a hacer. Ha escrito una novela sólida, irónica y divertida, muy urbana, en la que los lugares nos suenan y los diálogos entre los adolescentes suenan frescos y nada impostados: una novela de adolescentes que todos debemos leer.
Por esta novela desfilan sobre todo sentimientos, situaciones, ironías que van fraguando diálogo a diálogo la peripecia vital de unos jóvenes que podrían ser los nuestros. La novela no renuncia a ningún tópico, riza la maraña de la realidad y hace un nudo fuerte para que nadie se olvide de que hacemos cosas que pueden cambiar nuestras vidas aunque seamos muy jóvenes.
Sam comenta su vida diaria, la consulta, con el poster de Tony Hawk al cual idolatra y del cual ha leído su libro Hawk: Occupation: Skateboarder, que para nuestro protagonista es su biblia. Cuando Sam habla con él, las respuestas sinceras y profundas pero sobre todo ajustadas a sus necesidades, salen del citado libro. Para el joven Sam, carente de referentes masculinos en su vida, adopta la figura de la estrella del skate como su ejemplo a seguir.
No vamos a desvelar el misterio de la novela, dejemos que la lectura de cada uno le lleve hasta las reflexiones necesarias que Hornby plante sin moralismos de politiqueos baratos. Se limita a dar vida a unos personajes que nos acompañan a lo largo de una novela que arranca de carcajadas y arranques de ternura por unos chicos a los que el mundo se les viene encima y que lo afrontan con la inocencia de su edad.
Ya se sabe que la temática de Hornby es básicamente la perpetua adolescencia de los hombres y como las mujeres la asumen con lo que tiene todo ello de tronchante y triste. Su técnica de personajes sólidos, casi de cine, hacen que sus novelas sean una delicia verlas llevadas a la gran pantalla. No se extrañen ustedes de que dentro de poco la veamos en el cine. Pero esta novela es especialmente dirigida a los adolescentes en particular. Es una novela que como ya hemos dicho no pretende moralinas, se sirve de los hechos para construir una historia que es la de muchos jóvenes hoy.
Nick Hornby lo ha vuelto a hacer. Ha escrito una novela sólida, irónica y divertida, muy urbana, en la que los lugares nos suenan y los diálogos entre los adolescentes suenan frescos y nada impostados: una novela de adolescentes que todos debemos leer.
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