“Ediciones El cobre” completa con la publicación de El sentido del pasado la bibliografía de Henry James. Lo que los lectores tienen en sus manos es una de esas rarezas que despiertan nuestra curiosidad más allá del propio texto de la novela ya que se trata de una obra inconclusa y que además se nos presenta con las notas que el propio James tenía para la construcción de la misma. Esta es pues una joya para lectores, escritores y estudiosos de la obra de Henry James.
Ante la visión de un cuadro de su antepasado inglés el joven historiador Ralph Prendel comienza de algún modo a intercambiar sus papeles con él. El pasado, sus relaciones, su manera de pensar, todo ello lleva al joven americano a buscarse en el pasado de su pariente en busca de sí mismo. Pero su antepasado también está obsesionado con el futuro, se parece a su descendiente sólo que en sentido opuesto pero es Ralph en el presente el que corre el peligro de verse atrapado sin retorno en el pasado. Tenemos presentado por el mejor James un conflicto ante el espejo, ante la locura del tiempo.
James se sirve, para relatarnos el afán por parecerse a su antepasado inglés, del manejo del tiempo como atmósferas que sostienen esa búsqueda. Juegos de idas y venidas en el tiempo a veces suplantación del uno por el otro. Una exquisita manera de tratar al personaje.
Los diálogos directos, densos y la construcción de personajes con hondura, bien resueltos y puestos en escena con atmósferas que los potencian, convierten esta novela del maestro estadounidense en una suerte de testamento literario, en su obra cumbre en lo que se refiere por lo menos a lo formal. Tenemos al mejor Henry James en esta novela.
La bitácora del final nos permite entrar en la trastienda y jugar a ser James, trazar líneas argumentales y discutir con él lo que quedó como el cuerpo fijo de la novela. Las notas fueron dictadas al final de su vida, son la última expresión del deseo del escritor para con su obra.
Una historia apasionante y de tintes autobiográficos que seguro va a despertar nuestra curiosidad literaria y nos invitará a releer a Henry James que sin duda nos hará bien a todos. Un escritor necesario para los que aman la lectura y también para los que quieren aprender a escribir. La lectura atenta de “El sentido del pasado” enseña como la sutileza en el manejo de la trama y los personajes es una herramienta por descubrir y convierte una novela en una gran novela.
Ante la visión de un cuadro de su antepasado inglés el joven historiador Ralph Prendel comienza de algún modo a intercambiar sus papeles con él. El pasado, sus relaciones, su manera de pensar, todo ello lleva al joven americano a buscarse en el pasado de su pariente en busca de sí mismo. Pero su antepasado también está obsesionado con el futuro, se parece a su descendiente sólo que en sentido opuesto pero es Ralph en el presente el que corre el peligro de verse atrapado sin retorno en el pasado. Tenemos presentado por el mejor James un conflicto ante el espejo, ante la locura del tiempo.
James se sirve, para relatarnos el afán por parecerse a su antepasado inglés, del manejo del tiempo como atmósferas que sostienen esa búsqueda. Juegos de idas y venidas en el tiempo a veces suplantación del uno por el otro. Una exquisita manera de tratar al personaje.
Los diálogos directos, densos y la construcción de personajes con hondura, bien resueltos y puestos en escena con atmósferas que los potencian, convierten esta novela del maestro estadounidense en una suerte de testamento literario, en su obra cumbre en lo que se refiere por lo menos a lo formal. Tenemos al mejor Henry James en esta novela.
La bitácora del final nos permite entrar en la trastienda y jugar a ser James, trazar líneas argumentales y discutir con él lo que quedó como el cuerpo fijo de la novela. Las notas fueron dictadas al final de su vida, son la última expresión del deseo del escritor para con su obra.
Una historia apasionante y de tintes autobiográficos que seguro va a despertar nuestra curiosidad literaria y nos invitará a releer a Henry James que sin duda nos hará bien a todos. Un escritor necesario para los que aman la lectura y también para los que quieren aprender a escribir. La lectura atenta de “El sentido del pasado” enseña como la sutileza en el manejo de la trama y los personajes es una herramienta por descubrir y convierte una novela en una gran novela.
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