Ignacio Reler suda en su mesa de trabajo solo. Se pelea con un microrelato de veinte palabras. Incluido el título. Alguien le toca el hombro. Se da la vuelta y resulta ser una mujer.
"¿Tú quién eres?"
"Tu Musa. Me esperabas ¿no?
"Sí pero mientras tanto estaba trabajando. Siéntate, en seguida termino".
La Musa se medio enfadó porque Ignacio decidió comenzar y seguir sin ella. Como es un caballero la dejó intervenir en la decisón de prescindir o no de dos palabras.
Ella se fue contenta. Él se dio una ducha. Con tanta transpiración le convenía.
Quinta enseñanza: No esperes a nadie. Que te encuentren trabajando. Las Musas suelen tardar en venir.
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