Vila-Matas me persigue. Ahora con lo de Van Morrison. El otro día apareció mi amigo David Arroyo con un montón de cedés de de este cantante con su lapidaria sentencia con la que me conmina a crecer: "para que escuches buena música". Lo mismo hace con los autores anglosajones. A mi mujer, Marga Collazo, ya le gustaba Morrison y aquello me pareció una conspiración. Ahora resulta que Vila-Matas lo escucha también y que los tres lo frecuentaban antes que yo. Pero hay más. Me crié en el barrio panameño de Calidonia. Quiero leer sobre Van y me encuentro con una recomendación que les recomiendo: Viaje a Caledonia. Es una biografía de Morrison. Desde hace años Caledonia mudó en Calidonia para los panameños. Que venga Paul Auster y lo vea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario