La vida pasa rápido. Me fui unos días de vacaciones con mi mujer y mi hija y resultó que el hotel en el que nos alojamos no tiene conexión a Internet. Los artículos para enviar a varios medios se caducaron en mi ordenador y terminé por alegrarme de estar desconectado por unos días. Vuelvo y resulta que el presidente Ricardo Martinelli ha expresado su intención de fusionar el Instituto Panameño de Cultura (INAC) en el ex Ministerio de Turismo, el IPAT de toda la vida (Instituto Panameño de Turismo). Brillante y valiente estupidez. Al que se le haya ocurrido la idea y encima le estén pagando por ello es para denunciarlo por asesinato cultural y por malversación de fondos públicos al que le paga.
Pero no debe extrañarnos la cosa. Hace muchos años que en Panamá la cultura es solo una ilusión para unos pocos locos. Los demás les permiten a los escritores, actores, dramaturgos o pintores vivir con el conceptito ese. Se subvencionan premios (muchos dados a dedo, eso pasa cuando de verdad no se cree en la cultura), se dan medallitas y ya está, se va gastando el presupuesto, no lo vayan a reducir el año que viene y aquí paz y después gloria. A eso le llevamos llamando buena gestión cultural un montón de años. Miedo a quedarse fuera del pastel público o simple indiferencia. Ahora esto.
Creo que quienes tiene estas ideas estúpidas esconden tras ellas su propia ignorancia y su profunda incapacidad de gestionar el verdadero patrimonio del país: su cultura. Mucho de los entusiastas de la ignorancia gustan de ocupar sillones de Cultura para hacerse notar pero no han leído más que los libros de sus carreras y creen que eso les hace cultos. Cualquiera es licenciado o doctor pero no cualquiera es culto. Para eso hacen falta cosas que estos de la maldita idea no tienen. Esto se les olvida a los ideólogos de esta aberración que demuestra que la razón lleva durmiendo en Panamá muchos años. Y aquí, los monstruos.
Tenemos grandes artistas en Panamá, escritores, pintores, artistas plásticos. Siempre hemos tenido un gran grupo de “hacedores de cultura” pero ninguno de ellos a pesar de formar parte de distintas agrupaciones culturales e incluso habiendo llegado puestos de gestores gubernamentales de Cultura no han podido dar a la cultura panameña la difusión que necesitaba. Ahora menos con el invento, “batido”, le llama mi querido Carlos Fong (lean su carta abierta).
Ahora toca desafiar al sistema, hacerle el vacío a la idea, no comparecer, no acudir a los premios y medallitas, dar la difusión necesaria a la cultura panameña a parte de las instituciones públicas que pretenden hacernos comulgar con ruedas de molino. Ya está bien de tanta connivencia con gobiernos a los que nada les importa la cultura panameña en cualquiera de sus manifestaciones. Yo reto al Presidente de la República a que nos permita a mí a un grupo de buenos artistas la gestión de nuestra cultura. Haremos que se conozca Panamá en menos de cinco años mucho más que lo que se ha hecho en los últimos 20. ¿Acepta el reto? Supongo que las Agregadurías culturales de las Embajadas panameñas por medio mundo ya están repartidas ¡lástima! Son ellas las que deben hacer la labor de difusión por el mundo de lo que somos y tenemos para ofrecer. Dígame cuando nos vemos en Panamá o en Madrid y concretamos el programa. Eso sí, necesitamos un Ministerio de Cultura a la par de un Ministerio de Turismo. Si acepta el reto no nos arrepentiremos los panameños, si no lo acepta se arrepentirá usted: pasará a la historia como el único presidente que consintió esconder la cultura detrás del turismo y fracasó. Porque fracasará se lo garantizo. Palabra de escritor panameño.
Pero no debe extrañarnos la cosa. Hace muchos años que en Panamá la cultura es solo una ilusión para unos pocos locos. Los demás les permiten a los escritores, actores, dramaturgos o pintores vivir con el conceptito ese. Se subvencionan premios (muchos dados a dedo, eso pasa cuando de verdad no se cree en la cultura), se dan medallitas y ya está, se va gastando el presupuesto, no lo vayan a reducir el año que viene y aquí paz y después gloria. A eso le llevamos llamando buena gestión cultural un montón de años. Miedo a quedarse fuera del pastel público o simple indiferencia. Ahora esto.
Creo que quienes tiene estas ideas estúpidas esconden tras ellas su propia ignorancia y su profunda incapacidad de gestionar el verdadero patrimonio del país: su cultura. Mucho de los entusiastas de la ignorancia gustan de ocupar sillones de Cultura para hacerse notar pero no han leído más que los libros de sus carreras y creen que eso les hace cultos. Cualquiera es licenciado o doctor pero no cualquiera es culto. Para eso hacen falta cosas que estos de la maldita idea no tienen. Esto se les olvida a los ideólogos de esta aberración que demuestra que la razón lleva durmiendo en Panamá muchos años. Y aquí, los monstruos.
Tenemos grandes artistas en Panamá, escritores, pintores, artistas plásticos. Siempre hemos tenido un gran grupo de “hacedores de cultura” pero ninguno de ellos a pesar de formar parte de distintas agrupaciones culturales e incluso habiendo llegado puestos de gestores gubernamentales de Cultura no han podido dar a la cultura panameña la difusión que necesitaba. Ahora menos con el invento, “batido”, le llama mi querido Carlos Fong (lean su carta abierta).
Ahora toca desafiar al sistema, hacerle el vacío a la idea, no comparecer, no acudir a los premios y medallitas, dar la difusión necesaria a la cultura panameña a parte de las instituciones públicas que pretenden hacernos comulgar con ruedas de molino. Ya está bien de tanta connivencia con gobiernos a los que nada les importa la cultura panameña en cualquiera de sus manifestaciones. Yo reto al Presidente de la República a que nos permita a mí a un grupo de buenos artistas la gestión de nuestra cultura. Haremos que se conozca Panamá en menos de cinco años mucho más que lo que se ha hecho en los últimos 20. ¿Acepta el reto? Supongo que las Agregadurías culturales de las Embajadas panameñas por medio mundo ya están repartidas ¡lástima! Son ellas las que deben hacer la labor de difusión por el mundo de lo que somos y tenemos para ofrecer. Dígame cuando nos vemos en Panamá o en Madrid y concretamos el programa. Eso sí, necesitamos un Ministerio de Cultura a la par de un Ministerio de Turismo. Si acepta el reto no nos arrepentiremos los panameños, si no lo acepta se arrepentirá usted: pasará a la historia como el único presidente que consintió esconder la cultura detrás del turismo y fracasó. Porque fracasará se lo garantizo. Palabra de escritor panameño.
2 comentarios:
Creo que en el mundo, en general, cada vez se premia más la incultura. No hay más que echar un vistazo a la tv y comprobar qué programas son los que tienen más audiencia.
Espero que finalmente no llegue a ocurrir esa fusión. ´Turismo y cultura no tienen porqué estar reñidos, sino todo lo contrario, pero tampoco creo que sea lo suyo que estén en un único ministerio.
Gracias por tu comentario Cristina y por el interés. Veremos que ocurre.
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