Jesús Ferrero ha tejido una maravillosa trama en su primer ensayo “Las experiencias del deseo. Eros y misos” (Anagrama 2009) y que ha ganado el Anagrama de Ensayo 2009. Y decimos “trama” porque tiene el gusto de una novela y su descubrimiento paulatino del tema va siguiendo una estructura excelente y de verdad apasionante.
Ferrero consigue aunar el estudio de la Filosofía y la Psicología con la literatura, dejando claro que esta no es ni más ni menos que el resultado de aquellas dos. Jesús Ferrero nos va construyendo poco a poco, fragmento a fragmento, una historia sobre nuestros amores y nuestros odios y de cómo actúan en la persona desde el vientre materno hasta el fin de sus días.
Para ello el autor se sirve de sus conocimientos literarios y de sus estudios (en París y asistiendo a seminarios de Barthes, Foucault o Lévi-Strauss) para ofrecernos un planteamiento fresco sobre un tema del que se ha escrito muchísimo desde la Psicología y la Filosofía. Esta vez Ferrero da una vuelta de tuerca a un tema que no va a dejarnos indiferentes.
Los capítulos son breves, certeros, se pueden leer de modo independiente una vez leída, eso sí, la introducción al planteamiento del tema. Existen dos grandes expresiones del deseo: el amor y odio. Estos a su vez se dividen en: el amor a uno mismo y a los de más y el odio a uno mismo y a los de más. De allí en adelante (arranca el libro así: “Podríamos ahora mismo formular el mito del universo así…) todo es Literatura, Filosofía y Psicología muy bien contada, con argumentos profundamente sencillos que llaman a la reflexión y a la relectura.
Pero advierte el autor que todo el acercamiento al estudio se hará lejos de prejuicios y exigencias morales que se derivan necesariamente de los términos que aquí se emplean. No se trata de juzgar ni de calibrar el equilibrio necesario en tantos temas tan delicados como la anorexia o el terror, la venganza o la guerra: se trata de exponer la dinámica que existe detrás de estos “hechos” del amor y el odio.
Les recomendamos que se pasen por la sección 4 del III capítulo: “Idiotez, autocomplacencia y vanidad”, texto tan necesario hoy, y por la sección 7 del capítulo 4 “El amor al saber (elogio a la gaya ciencia)”, muy revelador de intenciones, un canto a la alegría de saber, al deseo de conocer.
Termina el libro de Jesús Ferrero con la formulación del mito de la Hybris sideral que resulta elocuente. De la mano del autor hemos recorrido una senda sinuosa, llena de recovecos y de lugares oscuros y luminosos. Nos hemos enfrentado en la lectura de “Las experiencias del deseo” a los Gigantes de lo que somos, pero sin escudero que nos advierta que no son gigantes sino molinos porque, de verdad, son lo que son. Entraña la lectura de este texto un acto de mirarnos en el espejo, un sometimiento a la voluntad de conocernos mejor pero no para congraciarnos o para admirarnos, sino para aprender de quiénes somos y cómo podemos ser y de cómo son los demás. Una comprensión necesaria hoy en medio de esta encrucijada de momentos verdaderamente difíciles, donde los odios se multiplican más rápido que los amores.
Ferrero consigue aunar el estudio de la Filosofía y la Psicología con la literatura, dejando claro que esta no es ni más ni menos que el resultado de aquellas dos. Jesús Ferrero nos va construyendo poco a poco, fragmento a fragmento, una historia sobre nuestros amores y nuestros odios y de cómo actúan en la persona desde el vientre materno hasta el fin de sus días.
Para ello el autor se sirve de sus conocimientos literarios y de sus estudios (en París y asistiendo a seminarios de Barthes, Foucault o Lévi-Strauss) para ofrecernos un planteamiento fresco sobre un tema del que se ha escrito muchísimo desde la Psicología y la Filosofía. Esta vez Ferrero da una vuelta de tuerca a un tema que no va a dejarnos indiferentes.
Los capítulos son breves, certeros, se pueden leer de modo independiente una vez leída, eso sí, la introducción al planteamiento del tema. Existen dos grandes expresiones del deseo: el amor y odio. Estos a su vez se dividen en: el amor a uno mismo y a los de más y el odio a uno mismo y a los de más. De allí en adelante (arranca el libro así: “Podríamos ahora mismo formular el mito del universo así…) todo es Literatura, Filosofía y Psicología muy bien contada, con argumentos profundamente sencillos que llaman a la reflexión y a la relectura.
Pero advierte el autor que todo el acercamiento al estudio se hará lejos de prejuicios y exigencias morales que se derivan necesariamente de los términos que aquí se emplean. No se trata de juzgar ni de calibrar el equilibrio necesario en tantos temas tan delicados como la anorexia o el terror, la venganza o la guerra: se trata de exponer la dinámica que existe detrás de estos “hechos” del amor y el odio.
Les recomendamos que se pasen por la sección 4 del III capítulo: “Idiotez, autocomplacencia y vanidad”, texto tan necesario hoy, y por la sección 7 del capítulo 4 “El amor al saber (elogio a la gaya ciencia)”, muy revelador de intenciones, un canto a la alegría de saber, al deseo de conocer.
Termina el libro de Jesús Ferrero con la formulación del mito de la Hybris sideral que resulta elocuente. De la mano del autor hemos recorrido una senda sinuosa, llena de recovecos y de lugares oscuros y luminosos. Nos hemos enfrentado en la lectura de “Las experiencias del deseo” a los Gigantes de lo que somos, pero sin escudero que nos advierta que no son gigantes sino molinos porque, de verdad, son lo que son. Entraña la lectura de este texto un acto de mirarnos en el espejo, un sometimiento a la voluntad de conocernos mejor pero no para congraciarnos o para admirarnos, sino para aprender de quiénes somos y cómo podemos ser y de cómo son los demás. Una comprensión necesaria hoy en medio de esta encrucijada de momentos verdaderamente difíciles, donde los odios se multiplican más rápido que los amores.
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