La trayectoria ascendente de Jose Carlos Somoza (Cuba, 1959) es siempre motivo de expectación cuando saca una novela: es de esos escritores que se desafían a sí mismos, que son capaces de embarcarse en una verdadera aventura en cada nuevo proyecto y no se dejan anquilosar por los éxitos más o menos vistosos del pasado. El autor de “Clara y la penumbra” y “Dafne desvanecida” nos ofrece otra de esas novelas que dará para hablar y debatir durante mucho tiempo.
Resulta que es esta una novela que desdibuja los límites de los géneros, los confunde para servir al lector un suculento plato de intriga aderezado con personajes sustanciosos y como postre una excelente historia que subyuga los sentidos. “El cebo” (Plaza y Janés 2010), ha sido concebida para confrontar al lector con una realidad que no está muy lejos en el tiempo. Esta novela, claramente futurista, es el reto con el que se atreve Somoza y del cual sale reforzado como escritor.
La trama se sitúa en un futuro no muy lejano. La maldad del ser humano es la misma, sólo que más sofisticada, al punto de tener que intervenir la obra de Shakespeare para aclara ciertos recovecos del perfil del que es uno de los asesinos en serie más prolíficos de todos los tiempos: el Espectador. Un ser sádico, incapaz de sentir y del que la policía conoce sus preferencias. La criminología ha avanzado (así es el futuro) y la policía desarrolla un método muy fiable para la detención de este tipo de monstruos: los cebos.
Diana Blanco es una de esas agentes de policía entrenadas según el perfil del asesino de tal modo que este no pueda resistirse. Algo parecido se hace en la actualidad en los departamentos de policía expertos en conducta criminal pero no al nivel de esta novela Se basa en lo que en la novela se llama psinómica, que es una ciencia que estudia el porqué deseamos lo que deseamos. Se trata de profundizar en la mente, en los deseos, para poner delante el cebo correcto que atraiga al monstruo.
Pero la cosa se complica cuando Diana se entera de que es su hermana el siguiente objetivo del el Espectador la trama se complica y se acelera, es entonces cuando la novela alcanza sus grandes momentos de thriller, de novela negra con personaje atormentado.
Para los que les interesan las teorías sobre el ser humano y sus pasiones más oscuras esta es una novela que expone con brillante sensatez la teoría de los deseos, como dominarlos y como atraer a los malos hasta el cebo. Mucho para discutir y disfrutar con el teatro siempre profundo y revelador del alma humana como es el de William Shakespeare, por el cual nuestro autor siente gran admiración.
De una prosa ágil y con un ritmo que no te permite descuidarte, “El cebo” de José Carlos Somoza da a luz a un personaje del cual podríamos esperar más entregas. Una excelente Diana Blanco que se constituye en un ser contradictorio y profundo al que se le queda pequeña esta novela y que se merece otra oportunidad. Una excelente ocasión para viajar al fondo de la literatura de un gran escritor que conoce, como pocos, el lado oscuro del ser humano.
Resulta que es esta una novela que desdibuja los límites de los géneros, los confunde para servir al lector un suculento plato de intriga aderezado con personajes sustanciosos y como postre una excelente historia que subyuga los sentidos. “El cebo” (Plaza y Janés 2010), ha sido concebida para confrontar al lector con una realidad que no está muy lejos en el tiempo. Esta novela, claramente futurista, es el reto con el que se atreve Somoza y del cual sale reforzado como escritor.
La trama se sitúa en un futuro no muy lejano. La maldad del ser humano es la misma, sólo que más sofisticada, al punto de tener que intervenir la obra de Shakespeare para aclara ciertos recovecos del perfil del que es uno de los asesinos en serie más prolíficos de todos los tiempos: el Espectador. Un ser sádico, incapaz de sentir y del que la policía conoce sus preferencias. La criminología ha avanzado (así es el futuro) y la policía desarrolla un método muy fiable para la detención de este tipo de monstruos: los cebos.
Diana Blanco es una de esas agentes de policía entrenadas según el perfil del asesino de tal modo que este no pueda resistirse. Algo parecido se hace en la actualidad en los departamentos de policía expertos en conducta criminal pero no al nivel de esta novela Se basa en lo que en la novela se llama psinómica, que es una ciencia que estudia el porqué deseamos lo que deseamos. Se trata de profundizar en la mente, en los deseos, para poner delante el cebo correcto que atraiga al monstruo.
Pero la cosa se complica cuando Diana se entera de que es su hermana el siguiente objetivo del el Espectador la trama se complica y se acelera, es entonces cuando la novela alcanza sus grandes momentos de thriller, de novela negra con personaje atormentado.
Para los que les interesan las teorías sobre el ser humano y sus pasiones más oscuras esta es una novela que expone con brillante sensatez la teoría de los deseos, como dominarlos y como atraer a los malos hasta el cebo. Mucho para discutir y disfrutar con el teatro siempre profundo y revelador del alma humana como es el de William Shakespeare, por el cual nuestro autor siente gran admiración.
De una prosa ágil y con un ritmo que no te permite descuidarte, “El cebo” de José Carlos Somoza da a luz a un personaje del cual podríamos esperar más entregas. Una excelente Diana Blanco que se constituye en un ser contradictorio y profundo al que se le queda pequeña esta novela y que se merece otra oportunidad. Una excelente ocasión para viajar al fondo de la literatura de un gran escritor que conoce, como pocos, el lado oscuro del ser humano.
1 comentario:
Caí aquí pero no recuerdo cómo. Me ha gustado tu blog, por dentro y por fuera. Vendré seguido, leeré seguido, y si puedo trataré de traerme en los bolsillos algunas piedras de tu blog. Un saludo.
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