Suenan las trompetas y los himnos de España y Honduras inundan el aire sudafricano. Cita con la Historia otra vez. Me recuerda todo a aquel remoto día de junio cuando nos empataron a domicilio en Valencia. Ni naranjito nos pudo ayudar. Todo suena a novela, a venganza, a oportunidad de romper el maleficio. Espera el Futbolisto que los aguerridos hondureños no tengan su noche. Mañana comentamos y espero que sean buenas noticias. En este instante, España ataca y una mano no pitada espero que no se convierta en el fantasmas de esta noche.
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