El nobel portugués José Saramago ha muerto hoy en Lanzarote. Más allá de los desencuentros con su actitud política hacia el régimen de Castro, está su buen hacer literario, no tanto en sus últimas novelas sino más bien en las primeras. Pienso en “Manual de Pintura y Caligrafía” y “La caverna” por ejemplo. O “Ensayo sobre la ceguera”. Las entradas en el blog que mantenía constituyeron para mí una lectura muy constructiva y se publicaron en “El cuaderno” el año pasado. Nos sumamos al pesar por su pérdida y sabemos que su legado va a acompañarnos por muchos años.
1 comentario:
A mí nunca me pareció más que mediocre y aburrido.Pero aunque Hitler hubiera pintado como Picasso, yo me habría alegrado de su muerte. Y en tanto que cubano, Saramago se dio la lengua con el dictador de mi país, el lunes rompía con él y el miércoles le mandaba saluditos y flores.
Que se vaya a escribir al cielo, que allí hay paciencia y tolerancia.Siento decirlo pero me alegro.
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