Me han dicho varios lectores de estos “senderos” que esa cita de Andrei Tarkovski que abre el blog lo único que pretende es justificar mi supuesta condición de escritor talentoso pero no publicado. Es, como me decían, una auto-complacencia.
Posiblemente no les falte razón. Si uno no se cree capaz de hacer lo que le gusta pues pare usted de contar. Juan Antonio Vallejo-Nájera decía que todos los escritores son vanidosos. Todos. Ese prurito de “soy humilde me da igual que no me lean” es más falso que una peseta (ahora euro) de goma. Todos quieren publicar, todos quieren vivir de lo que escriben, todos quieren escribir para seguir viviendo de ello. No nos llamemos a engaño.
Lo bueno de un blog es que te da la posibilidad de someter lo escrito al escrutinio del público. Es como tener un taller literario en línea (pasaros por el blog de mi querido Jorge Eduardo Benavides) para ser ayudado en lo que se escribe y reclamado por lo que se piensa y eso es bueno. Para el que escribe y para el que lee.
Si creo que tengo dones naturales o no eso tiene que decirlo la gente, en esto, ya se sabe, todo es relativo. Gente sin ningún talento publica y gente con mucho talento no consigue ver publicado ninguno de sus cuentos. Así es la vida. No vayamos de víctimas editoriales por la Literatura. Lo que deseo es escribir, ser escritor es eso nada más.
La urgencia de crear no es directamente proporcional al talento, lo que creo que el cineasta ruso quería decir es que en esa urgencia del creador se encuentra la clave del talento. Esta tesis es apoyada por aquello del iceberg que decía Hemingway. Bioy por su lado comenta que es el trabajo y la experiencia lo que permiten al escritor tomar las riendas de la creación. Transpiración e inspiración volviendo a Hemingway.
Kafka dijo también que hay que escribir en la oscuridad, como en un túnel. Hay que meterse en el oficio, sumergirse en la escritura y en la búsqueda de la mejor manera de contar la historia que nos persigue. Sea microrelato o novela o cuento, si no nos sumergimos, no podremos contar nada. Me quedo entonces, dicho todo esto, con lo que Tarkovski dice a mitad de su frase: El artista se caracteriza por su urgencia de crear. Arista o no la urgencia por crear es la que es y es mejor asumirla que echarse a llorar. Es mejor escribir en la oscuridad que no escribir.
Posiblemente no les falte razón. Si uno no se cree capaz de hacer lo que le gusta pues pare usted de contar. Juan Antonio Vallejo-Nájera decía que todos los escritores son vanidosos. Todos. Ese prurito de “soy humilde me da igual que no me lean” es más falso que una peseta (ahora euro) de goma. Todos quieren publicar, todos quieren vivir de lo que escriben, todos quieren escribir para seguir viviendo de ello. No nos llamemos a engaño.
Lo bueno de un blog es que te da la posibilidad de someter lo escrito al escrutinio del público. Es como tener un taller literario en línea (pasaros por el blog de mi querido Jorge Eduardo Benavides) para ser ayudado en lo que se escribe y reclamado por lo que se piensa y eso es bueno. Para el que escribe y para el que lee.
Si creo que tengo dones naturales o no eso tiene que decirlo la gente, en esto, ya se sabe, todo es relativo. Gente sin ningún talento publica y gente con mucho talento no consigue ver publicado ninguno de sus cuentos. Así es la vida. No vayamos de víctimas editoriales por la Literatura. Lo que deseo es escribir, ser escritor es eso nada más.
La urgencia de crear no es directamente proporcional al talento, lo que creo que el cineasta ruso quería decir es que en esa urgencia del creador se encuentra la clave del talento. Esta tesis es apoyada por aquello del iceberg que decía Hemingway. Bioy por su lado comenta que es el trabajo y la experiencia lo que permiten al escritor tomar las riendas de la creación. Transpiración e inspiración volviendo a Hemingway.
Kafka dijo también que hay que escribir en la oscuridad, como en un túnel. Hay que meterse en el oficio, sumergirse en la escritura y en la búsqueda de la mejor manera de contar la historia que nos persigue. Sea microrelato o novela o cuento, si no nos sumergimos, no podremos contar nada. Me quedo entonces, dicho todo esto, con lo que Tarkovski dice a mitad de su frase: El artista se caracteriza por su urgencia de crear. Arista o no la urgencia por crear es la que es y es mejor asumirla que echarse a llorar. Es mejor escribir en la oscuridad que no escribir.